lunes, julio 17, 2006

LEO O EL LEÓN

http://www.youtube.com/watch?v=DhrVNKgYldQ




Imagen. Para verla mejor, pinchar en:
http://pompeya.desdeinter.net/LucrezioFrontone0030C.htm

La siguiente descripción que nos da Petronio en el Satiricón es la siguiente:

"Leo: Una hermosa cabeza metálica de un felino con ojos de diamantes, las fuentes contenían, corazón de león africano, trozado y macerado en vino tinto y ajos, dorado a la parrilla".

Después de ésta descripción, no se puede por menos que recordara a los gladiadores. Recientemente se ha descubierto, gracias a los trabajos de un grupo de arqueólogos austriacos, que la alimentación de éstos luchadores era, en gran parte vegetariana, como demuestran los análisis de los restos óseos. Tal dieta estaba basada en legumbres y cereales; ésta dieta les procuraba un sobrepeso que les brindaba una protección contra golpes que pudieran dañar los músculos, así como una voluminosa barriga y se corresponde con las representaciones clásicas que los muestran como hombres de corta estatura y corpulentos; también aclara la razón de que fueran definidos por sus coetáneos como “devoradores de grano”. Comían muy bien y se sometían a un régimen especial para acumular grasa; se parecerían más bien a luchadores de sumo.

La diversión con mayúsculas del mundo romano es el circo o los juegos circenses. En el circo encontramos deporte, pasión e incluso ideas religiosas o políticas por lo que algunos especialistas lo consideran como algo más que espectáculo. La tradición hace referencia a los reyes etruscos como los creadores de los juegos en Roma, ya en el lugar donde posteriormente se instalaría el Circo Máximo. Estas ceremonias posiblemente tuvieran un origen funerario, con el fin de conjurar los poderes de ultratumba.

Paulatinamente el espectáculo fue ganando terreno al rito y se establecieron fechas fijas para su celebración, debiéndose sumar los espectáculos extraordinarios que habitualmente pagaba un particular para ganarse al pueblo. El ambiente que se vivía alrededor de éstos era impresionante. La gente se agolpaba en el recinto antes del amanecer para poder disponer de los mejores lugares. Una vez en el sitio, allí se comía y bebía para no perderlo, dejando la ciudad casi desierta. Muchos espectadores se desplazaban desde lejos para contemplar el espectáculo y pasaban la noche a la intemperie. Los altos dignatarios, con el sitio reservado, accedían al recinto cuando ya estaba lleno, momento en que la muchedumbre manifestaba su cercanía o lejanía de los representantes populares. Continuará...

En vista de la imposibilidad de encontrar en el supermercado león africano, yo os voy a dar una receta que está de morirse y que también va de vísceras; es la siguiente:

MOLLEJAS GUISADAS A LA LEONESA.

Ingredientes: 1 Kg. de mollejas de ternera o cordero, 1 cebolla, 5 dientes de ajo, ½ manojo de perejil, ½ guindilla, 2 hojas de laurel, 2 cucharadas soperas pimentón, caldo, vino blanco, pimiento rojo, 2 cucharadas soperas harina, aceite y sal.

Ponemos las mollejas en agua muy fría con hielo tres horas. Transcurrido este tiempo, las lavamos bien, las ponemos en un cazo con agua que las cubra y las damos un hervor de nada (1/2 minuto) para que acaben de soltar la porquería; tras éste hervor, inmediatamente tiramos el agua, las secamos y las quitamos la tela fina que las recubre, y las separamos en trozos de bocado.

Por otro lado, picamos la cebolla, los dientes de ajo y medio manojo de perejil. Se rehoga todo ello en aceite junto con un trozo de guindilla y el laurel y cuando esté dorado se añaden las mollejas cortadas en trozos y se rehogan durante 5 minutos, entonces se añade el pimentón y la harina, se rehoga y se añade agua o caldo, ½ vasito de vino blanco y sal. Se deja hervir 20 minutos (se le puede añadir pimiento rojo) y ya está.