sábado, julio 21, 2007

EL HOMBRE QUE SUSURRABA...

http://www.youtube.com/watch?v=go7mZvEfrYw



"Rhythm of the Horse"






Novela de Nicholas Evans, llevada al cine por Robert Reford, “El hombre que susurraba a los caballos” es una historia hermosa pero trágica. Grace, una niña de 13 años, pierde a su mejor amiga en un accidente, a consecuencia del cual a ella la tienen que amputar una pierna y su caballo, que la ha salvado la vida, queda mal herido y enloquecido. La madre decide llevar tanto al caballo como a la niña a un “susurrador de caballos” del que ha oído hablar; una vez allí y gracias al apoyo de este último, ambos, niña y caballo acaban curando las heridas, tanto las que se ven como las que no se ven. Esta, a grandes rasgos con historia de amor incluida entre madre y susurrador, es la trama tanto de la novela como de la película.

Me gustaría destacar los siguientes puntos de la película:

La contraposición Campo (naturaleza)-Ciudad. En una constante que aparece a lo largo de todo el film. Annie (la madre de la niña) es una urbanita, ambiciosa, mujer de éxito en su trabajo y sin tiempo para nada. Por el contrario Tom (el susurrador), abandonando la ciudad había decidido volver a la naturaleza aunque la consecuencia de su decisión fue la ruptura de su matrimonio. Cuando Annie se ve obligada a llevar a su hija al rancho de Tom, todo cambia para ella; empieza a retomar su vida y a descubrir lo que es la libertad, la simplicidad de la vida, el valor del silencio y de la contemplación...

La vida y el dolor. El caballo, Pilgrim, es un símbolo del dolor y, para mi, el personaje más importante de la película. Ya he señalado que Pilgrim intenta salvar la vida de la niña cuando el camión les viene encima; era un animal noble, no resabiado, como señala la novela “Grace...supo que el caballo tenía buen corazón” (p.22). A raíz del accidente, el animal quedó tan mal herido que se pensó en sacrificarle; pero había ocurrido algo más: “Las cicatrices en la cara y el pecho eran de por sí horribles. Pero aquella salvaje hostilidad era algo que nunca había visto en un caballo” (p.90). Y es que la heridas no eran únicamente físicas...Para colmo, al pobre animal lo confinaron en el establo de una granja, cuyos dueños no únicamente se negaban a limpiarlo, sino que además lo maltrataban, pero esto no sale en la película.


 




Así llevan al “susurrador” el animal, quebrado física y emocionalmente. Y así se lo encuentra Tom:
Tom...volvió a leer el artículo con la esperanza que pudiese arrojar luz sobre el problema de Pilgrim...Y ahora por fin comprendía qué había estado viendo todo el tiempo en los ojos de Pilgrim. La ruina absoluta. La confianza del animal, en sí mismo y en cuantos lo rodeaban, se había hecho añicos. Aquellos a los que amaba y en quienes confiaba lo habían traicionado. Tal vez el propio Pilgrim se culpaba de lo sucedido...Pilgrim había defraudado a Grace y luego, al intentar protegerla del camión, no había conseguido a cambio más que dolor y castigo. Y después todos aquellos desconocidos que lo habían engañado y encerrado y pegado y atravesado con sus agujas y apresado en la oscuridad, la mierda y la pestilencia...No había ninguna clase de engaño, nada disparatado ni caprichoso en el modo en que Pilgrim había evaluado los horrores que le habían acontecido. Simplemente era lógico, y eso hacía que ayudarlo fuese extremadamente difícil. Y Tom quería ayudarlo con toda su alma” (p.241).

El animal comienza a recuperarse poco a poco a base de comprensión, ternura y firmeza, pero aún falta algo y a ese algo le tiene que obligar Tom:

“Ha podido elegir entre luchar contra la vida o aceptarla...Le resultaba muy duro, pero podría haber seguido, insistir en volverse cada vez más infeliz. Pero en lugar de eso ha escogido ir hasta el borde del abismo y mirar. Ha visto lo que había más allá y ha elegido aceptarlo...Lo que acaba de pasarle, eso de estar ahí tumbado, es lo peor que él podía imaginar. ¿Y sabes una cosa?. Ha visto que no pasaba nada. A veces lo que parece una rendición no lo es en absoluto. Se trata de lo que uno tiene en el corazón. De ver claramente cómo es la vida y aceptarla y ser fiel a ella por más que duela, porque el dolor que puede causar el no ser fiel a ella es muchísimo mayor” (p.384-5).

Finalmente: “Pilgrim había superado la prueba. Y ella lo sentía como siempre había sido, entregado, confiado y fiel” (p.386). Ni que decir tiene que la historia de la niña es paralela a la del caballo; cuando ella acepta su situación, la amputación de la pierna, ella recobra la alegría.


Bueno, la receta de hoy es muy sencilla y cómoda.


 





POLLO FRITO ESTILO AMERICANO. (Foto casera. Pinchar para ampliar).

Ingredientes: 1 pollo en trozos de 1,600 kgs o más o menos lo mismo pero en alas, 5 cucharadas soperas de harina, 2 cucharadas soperas de pan rallado, 3 cucharadas de postre de curry en polvo, sal, pimienta, aceite, sal de ajo (opcional –si se añade, mucho cuidado con la sal normal-), cayena molida (opcional).

En una bolsa de plástico, mezclamos la harina, el pan rallado, el curry, la sal y la pimienta. Lo mezclamos bien para que quede homogéneo. Metemos los trozos de pollo, la anudamos bien y lo movemos todo bien movido para que el pollo quede bien rebozado. Mientras ponemos aceite en una sartén y cuando esté caliente, freímos el pollo hasta que esté dorado. La piel deberá estar bien crujiente.

Nota.- Es mejor hacerlo con alas. El pan rallado mucho mejor si es del que venden con ajo y perejil. Es un plato de picoteo coca-colero mientras se ve una película en la tele, así que puede ir acompañado de una Ensalada Cesar y una pandereta de patatas fritas (ya os daré las recetas).