domingo, agosto 12, 2007

NAPOLES: PIZZA Y CAMORRA


https://www.youtube.com/watch?v=ERD4CbBDNI0




“O, sole mio” interpretada por los tres tenores: Pavarotti, Domingo y Carreras en un concierto en el año 1990.

El post de hoy va sobre varios aspectos curiosos de la ciudad de Nápoles; uno de ellos y quizás el más oscuro es La Camorra napolitana que no se debe de confundir con la Mafia siciliana; desgraciadamente ha conseguido proyectar sobre ésta ciudad una mala fama muy difícil de borrar.

La Camorra nació en Nápoles en el siglo XIV y probablemente la palabra procede del español “gamurri” que era el que se daba a las bandas de malhechores: contrabando, chantaje, soborno, robo y asesinato eran las actividades de éstos elementos que aterrorizaron a la región durante mucho tiempo. Se especula con que su nacimiento se debió a la falta de interés por parte de los Borbones de crear un estado, por lo que la justicia se dejó en manos de caciques y matones.

Fue en 1830 cuando se la empezó a conocer a consecuencia del proceso de unificación italiana y fue una época próspera para ellos ya que se unieron a Garibaldi, expulsando a los Borbones. A principios del S.XX eran prácticamente los dueños y gobernantes de Nápoles, aunque en 1922 la organización fue eliminada por el gobierno fascista de Mussolini, pero evidentemente continuó existiendo camufladamente. La extensión de la camorra fue Al Capone en USA.
A diferencia de la Mafia, la Camorra siempre se mantuvo apartada de la política y de las fuerzas armadas; otra diferencia es la falta de jerarquía en los escalones más altos, lo cual da lugar a continuos enfrentamientos entre los distintos clanes.

Además de a La Camorra, los napolitanos tienen que aguantar al Vesubio (volcán del que ya os hablé en otro post) y vivir bajo su amenaza. La última erupción ocurrió en 1944 y desde entonces permanece en calma, pero no inactivo.
 




Otra curiosidad más de Nápoles es lo de la sangre de San Genaro. Parece ser que todos los 19 de septiembre la sangre solidificada del santo, que se contiene en una ampolla, se licua, además de otras dos veces al año: el 16 de diciembre, aniversario de la devastadora erupción del Vesubio de 1631, y el sábado previo al primer domingo de mayo, cuando se conmemora el traslado de sus reliquias a las catacumbas de Capodimonte.

Otro aspecto curioso de Nápoles, y éste muchísimo más agradable, es que aquí fue inventada la pizza, y la primera fue la pizza Margarita.

De un tiempo a ésta parte se está hablando mucho de que si la pizza tiene 3000 mil años de antigüedad, pero no. Lo que sí tiene tanta antigüedad son las tortas de pan que se elaboraban por todo el Mediterráneo: Egipto, Grecia, Roma...pero la pizza como tal fue inventada por el chef Rafael Espósito en el año 1889 que cocinó para los reyes Humberto y Margarita de Saboya una original pizza a base de tomate, mozzarella y albahaca mostrando los tres colores de la bandera italiana, así un alimento que hasta entonces era consumido por la gente de bajo nivel económico (lo hacían sin queso), se convirtió en plato de reyes; y tanto la gustó a la reina que el chef puso a su creación el nombre de Pizza Margarita.

Bueno, pues yo hoy os voy a dar una receta de pizza que está realmente buena y es muy fácil de hacer. Desde aquí quiero dar las gracias y mandar un abrazo a Inés y a Jonathan, creador de la pizza que pongo a continuación.





PIZZA JONATHAN. (Foto casera. Pinchar para ampliar).

Ingredientes: 1 base congelada para pizza (muy buena la que venden en Mercadona, de la marca Frinca, queda muy fina), tomate natural triturado (puede ser de bote), 1 lata de bonito en aceite, cebolla cortada en láminas finas (puede ser la blanca o la morada –esta última es más suave y es la que he empleado), unos tranchetes, unas lonchas de queso tierno (italiano o manchego poco curado –yo he utilizado lonchas de queso de cabra García Baquero-), queso Mozarella en hilos, orégano y pimienta blanca molida.
 
 



 
Se precalienta el horno arriba y abajo a 200ºC. Mientras, sobre la base congelada de la pizza se pone tomate natural triturado cubriéndola, a continuación una capa de tranchetes, sobre ésta cebolla fileteada, y sobre la anterior el bonito desmenuzado.
Sobre el bonito se pone una capa del queso semi-curado, se cubre con la mozarella en hilos y se espolvorea orégano y pimienta blanca.
Se mete en el horno, en el medio y se deja de 10 a 15 minutos.

Nota.- Esta pizza también se puede tomar templada, pues está igualmente buena.