EL FUNDAMENTALISMO
(Revisado y actualizado el 30 de septiembre de 2025)
Nota aclaratoria: El post de hoy sé que puede ser muy polémico; quisiera aclarar que todo lo que sigue debe ser entendido en términos de extremismo puro y que se habla en general. Por otra parte, todo lo siguiente está tomado de diferentes estudios realizados por especialistas cristianos.

El fundamentalista cree que tiene en exclusiva la verdad religiosa. Reivindica la autoridad de una sagrada tradición y sitúa públicamente a la religión como centro de la política, el derecho, la cultura y la ética. De ahí su actitud hostil o de oposición a la modernidad secular, al creer que ésta socava los fundamentos de la fe. Recordemos que la modernidad defiende las libertades individuales, la emancipación humana de la tutela jurídica religiosa, la soberanía procedente del pueblo, la igualdad entre el hombre y la mujer, el derecho de todo ciudadano al voto y la constitución estatal no confesional. El fundamentalista rechaza el pluralismo político y religioso por su carácter relativizador y se opone a la evolución biológica y al desarrollo histórico.
Los fundamentalismos religiosos surgen en tiempos de crisis institucional, mutación de valores éticos, secularización radical religiosa, críticas a la religión y cambios profundos en la sociedad. No olvidemos que el ser humano es frágil y está necesitado de seguridad. Pensemos además que la sociedad es compleja y que todos buscamos claves sencillas de interpretación, sin que a menudo las encontremos.
Les caracteriza una visión apocalíptica del mundo, al intuir que ha crecido desorbitadamente el poder del ser humano en detrimento del poder de Dios y, en consecuencia, juzgan que la sociedad actual está desviada y corrompida. Por eso desean ingenuamente volver hacia atrás, a una situación anterior, considerada ideal por su estabilidad y firmeza, regida por la autoridad con mano dura en lo doctrinal y
http://es.youtube.com/watch?v=phjGl1ywPuU
Pero en el catolicismo también existe ésta tendencia. El fundamentalismo invadió hace años ciertos sectores de la Iglesia Católica y de muchas Iglesias cristianas. Sin duda alguna, el Vaticano II nos ha ayudado a superarlo al comprender mejor el Evangelio, pedir perdón por las atrocidades cometidas con nuestros adversarios –llamados a veces “inicuos enemigos”–, ver lo positivo del mundo, aceptar el ecumenismo, dialogar con todos y tomar en serio la fe y la caridad.

“Estudios psicológicos describen a sus adeptos más celosos como «personas autoritarias», es decir, como individuos que se sienten amenazados en el mundo dominado por seres malignos en actitud permanente de conspiración, que piensan en términos simplistas y conforme a esquemas invariables, y que ante sus problemas se sienten atraídos por respuestas autoritarias y moralizantes. Cuando los cambios culturales alcanzan cierto grado crítico, tales individuos tienen a reunirse a movimientos radicales dentro de sus respectivas tradiciones religiosas”.
Galindo CM Florencio. "El fenómeno de las sectas fundamentalistas. La Conquista evangélica de América Latina". Verbo Divino 2ª. Estella (Navarra), 1994. Pág., 22
Los rasgos psicológicos de la personalidad autoritaria son los siguientes:

El fanático considera su creencia, su ideal como algo sagrado y como tal por encima de todo. Otra característica de la fe fanática es la intolerancia, no soporta que lo contradigan: se pone tenso, se excita y se enfurece contra el que opina diferente. No soporta los argumentos del otro porque lo obligan a cuestionarse sus creencias y abren fisuras en su bloque monolítico. Por ello prefiere hacer proselitismo y convencer él a otros.
El fanático es un hombre profundamente frustrado; es una frustración del yo, de la propia identidad. Sintiéndose el fanático decepcionado respecto a sus propias capacidades, opta como solución por cambiar de identidad, por renunciar a sus atributos individuales identificándose totalmente con un ideal. En definitiva el fanático odia la realidad porque puede contradecirlo y en los casos extremos, está dispuesto a morir y matar por su ideal.

Ingredientes (para 6-8 personas): 2 kg. chipirones, 150 gr. jamón serrano, 3 cebollas grandes muy picadas, 3 tomates grandes maduros, 1 cucharada de harina, aceite, perejil picado, 2 dientes de ajo picado, sal, bolsitas de tinta si hiciera falta.
Se limpian bien los chipirones y se les da la vuelta, se limpian también y se les deja así. Se guardan las tintas (si no se sabe hacer o se rompen, entonces se pueden desechar y sustituir por las bolsitas de tinta que venden en el super) y se pican las patitas y aletas. Se pica el jamón muy menudo y se ralla o pica finísimo ½ cebolla. Se calienta aceite en una sartén y se sofríe lentamente la ½ cebolla, entonces se añaden las patitas y alitas picadas, se le da una vuelta y se echa el jamón picado. Se deja sofriendo lentamente hasta que las patitas estén cocidas. Entonces se retira y se espera a que temple un poco.
Una vez que está templado, se van rellenando los chipirones pero no hasta arriba, pues siempre merman un poco; entonces se atraviesa la abertura con un palillo para evitar que se salga el relleno.
En una cazuela, se pone aceite y se rehogan el resto de las cebollas también picadísimas hasta que se ablanden, entonces se añaden los tomates pelados, despepitados y muy picados, los ajos también muy picados y el perejil. Se deja cocer a fuego muy lento. Cuando veamos que la salsa ya está y ha espesado, se añaden los chipirones. Se tapa y se deja cocer lentamente. Mientras, en un cuenco ponemos la harina con las tintas y una cucharada de agua; se deslíe bien y se vierte todo esto, pasándolo por un colador, sobre los chipirones. Se añade un poco de agua para que pase del todo y se deja hervir hasta que estén tiernos. Añadir sal si es necesario, pero no olvidar que lleva jamón.
Se puede acompañar con arroz blanco.