"AMANTES": EL CRIMEN DE "LA CANAL"
https://www.youtube.com/watch?v=_pfUPPbIn2E
“Amantes” (1991) es una película de Vicente Aranda que se basa en el crimen conocido como “de La Canal”, ocurrido en Burgos el domingo 16 de mayo de 1948. El post relata los hechos reales, pero lo ilustraré con escenas de la película.
La historia real es como sigue. José García San Juan, natural de Pradera (Segovia), de 24 años, acababa de concluir su servicio militar en el cuartel de caballería situado en el madrileño barrio de Tetuán de las Victorias; allí había servido como ordenanza del comandante Alvaro González Fernández-Núñez, siendo novio formal además, de la cocinera del anterior, Dominga del Pino Rodríguez, natural de Santa Olalla (Toledo) y de 30 años.
Una vez concluido el servicio militar, decidió quedarse en Madrid para labrarse un porvenir, y así conoció a una viuda que le alquiló una habitación cuando abandonó el cuartel; era Francisca Sánchez Morales, conocida como “La Molinera”, y pese a que casi le doblaba la edad (45 años), ambos se liaron. La sentencia señaló que “se sintieron atraídos desde los primeros momentos y dicha atracción se intensificó de tal forma que empezaron a hacer vida marital”.
Pese a la típica doble moral que reinaba en la época, en vista de que Francisca era una gran experta en el timo del “larguero o cuento largo”, que consistía en vender o traspasar una propiedad ajena sin el conocimiento de los verdaderos propietarios, y que como después se verá, no carecía de gran aplomo y seguridad, incluso insolencia y descaro, quizás sea cierto lo que apuntaban los diarios de la época: que “José se convirtió en un juguete en manos de la pérfida viuda”. Pero Francisca estaba muerta de celos de Dominga –la novia de José- por lo que ante los improperios que la primera dedicaba a la segunda, José confió a Francisca que su novia ni era tan tonta ni tan inútil ya que había ahorrado cerca de 20000 pesetas (otras versiones señalan que la tocó un premio de la Lotería Nacional: 19000 pesetas). Esto hizo que Francisca urdiera un plan.
Para despojar de su dinero a Dominga, se inventaron un bar en Aranda de Duero; incluso José le enseñó a Dominga un papel según el cual había pagado 5000 pesetas como señal por el traspaso. Así la convenció para ir a Burgos y firmar los papeles; antes de abrir el negocio, se casarían.
Llegaron a Burgos el 15 de mayo de 1948 –seguidos por Francisca- y se alojaron en la Pensión Riojana, cenando en Casa David –ubicado en las inmediaciones del la Plaza de la Vega-; debido a que a Dominga no la apeteció untar con su pan la salsa de la cazuela de caracoles que degustaron, pidió que se lo prepararan para llevar y así lo hizo el camarero, envolviéndolo en hojas del periódico del día anterior. El día 15, domingo, José madrugó para reunirse con Francisca en un bar de la calle de la Merced. Aunque José ya había conseguido el dinero, Francisca le hizo ver que Dominga les denunciaría, y que la única manera de evitarlo era matándola. Sus palabras textuales fueron: “La sacas al campo, la cortas el pescuezo y ya está”.
Y así lo hizo José, llevando consigo una botella de medio litro de Anís del Mono para infundirse valor. Ya eran las 6 de la tarde cuando José y Dominga llegaron a La Canal; se sentaron en el suelo, en la parte de atrás de un cuartel de artillería que José ya conocía al haberlo visitado junto con el comandante del que era asistente; estaba cerca de la calle Briviesca y de las Calzadas, junto a la fábrica de La Luz. Se cubrieron con la gabardina, ya que llovía y fue entonces cuando José la degolló con una navaja barbera, huyendo posteriormente y llevando consigo tanto la gabardina como la botella de anís, pero dejando lo que a continuación señalaré. Se encontró con Francisca en la estación y viajaron hasta Valladolid.
http://www.youtube.com/watch?v=FsPPoQVjklg
El cuerpo de Dominga fue hallado a la mañana siguiente por Sebastián Abajo Saiz, quien cuando se dirigía a su pequeño huerto, descubre a una mujer envuelta en un abrigo que parecía estar dormida. Ante los fallidos intentos de despertarla, acude a la Comisaría y es cuando la policía encuentra un profundo tajo en el cuello de ésta; junto al cadáver, una navaja barbera, restos de periódicos y de una barra de pan. Nadie sabe de quién se trata, ya que tampoco portaba ninguna identificación, y así el cuerpo permaneció durante dos días en el Depósito Judicial a la espera de que alguien lo reconociera. El 19 de mayo es enterrada.
Según parece el cuerpo fue finalmente reconocido por la camarera de Casa David y el encargado de la Pensión Riojana. El miércoles Francisca y José fueron detenidos en Valladolid y el 22 de mayo se hizo la reconstrucción de los hechos.
A ambos se les condenó a muerte y a pagar una indemnización de 50000 pesetas a los herederos de Dominga; cuando se hizo el recurso ante el Tribunal Supremo, el abogado de oficio no se presentó alegando unas anginas; así ambas penas de muerte fueron confirmadas, pero se beneficiarían de un indulto particular y la conmutación por 30 años. Francisca murió al poco de salir de la cárcel y José salió en libertad cuando rondaba los 40 años. Según las fuentes, consiguió rehacer su vida y se convirtió en un próspero empresario de la construcción afincado en Zaragoza.
Por cierto, ninguno de los protagonistas de esta historia –José y Francisca- eran beldades, precisamente. José se parecía a Jorge Sanz como un huevo a una castaña; en cuanto a Francisca y Victoria Abril…pues tres cuartos de lo mismo.
Bueno, pues la receta de hoy es la siguiente:
CARACOLES A LA BURGALESA.
Ingredientes: ½ kg. de caracoles, 1 cebolla muy, muy picadita, 100 grs. de chorizo cortado en rodajas, 75 grs. de jamón serrano en daditos, 2 dientes de ajo grandes, 2 pimientos choriceros, laurel, perejil, orégano, tomillo, pimienta, unas rodajas de guindilla (al gusto), 1 cucharadita de pimentón, 1 cucharadita de harina, 1 dl de jerez, aceite y sal.
Una vez ya preparados los caracoles y cocidos (no voy a explicar el proceso; yo los compro precocidos bien al vacío o congelados), se pone el pimiento choricero en agua y se deja hervir durante un cuarto de hora. Reservar.
En una cazuela se pone el aceite y se sofríe la cebolla; antes de que se dore, se añade el jamón y el chorizo, se rehoga ligeramente y entonces se añade la harina, se la da unas vueltas y se añade el pimentón y el jerez. Se echa entonces como una taza de agua de los caracoles, la guindilla y la pulpa de los pimientos choriceros. Se deja hacer un poco y se agregan los caracoles, las hierbas aromáticas y un majado de los ajos con el perejil y la sal. Se deja hervir el tiempo que se necesite, y ya está.
Nota:- Ese tiempo depende de si son congelados, de bote o naturales. Por ejemplo, los congelados de Mercadona, requieren –según el envasador- un tiempo de 10 a 20 minutos; los de bote más o menos como los naturales: unos dos o tres minutos. Eso depende).
La receta más “rústica” no lleva pimiento choricero, pimentón ni Jerez; es con pimiento natural –que se sofríe junto con la cebolla, el perejil y los ajos trinchados [tampoco se hace majado] y con vino blanco. La razón de haber elegido esta forma más sofisticada, es que la “rústica” es muy similar a la receta de los Caracoles a La Riojana –excepto que esta última lleva tomate- y a muchas otras, como los Caracoles en Salsa. Pero según la WikiBurgos, esta manera también es típica de allí:
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