domingo, septiembre 03, 2006

EL AIRE

http://www.youtube.com/watch?v=hdWeXhuOMFI





Para ver las imágenes mejor, pinchar en el siguiente link:

http://www.lair2000.net/fairy_poetry/poems/market.jpg

Si existen unos seres mágicos propios del aire son, sin duda alguna, las hadas. Las hadas tienen varios rasgos comunes que las caracterizan en todos los países: se clasifican en benéficas y perversas, precisan ocasionalmente de apoyo humano, sus órdenes deben cumplirse estrictamente so pena de terribles castigos y son protectoras de la naturaleza.

Dentro del grupo de las hadas nos encontramos con diversos tipos:


DAMAS BLANCAS: Viven especialmente en Alemania y países colindantes, donde se las llama Weisse Frauen. Medran cerca de los castillos antiguos o en los arbustos sagrados. Estas damas blancas pertenecen a la comunidad más selecta de las hadas, y representan las virtudes y los ideales más elevados. Visten atavíos blancos de gran pureza, y su espíritu es bondadoso y compasivo.

Ayudan a todo el que se encuentra en una coyuntura desesperada; como a un viajero extraviado en su camino; truecan las piedras y flores en amuletos y talismanes, particularmente ayudan a las embarazadas en los partos difíciles, e incluso hacen cesar huracanes y tempestades si se les invoca debidamente. Hacen crecer el trigo y convierten la paja en oro. Sin embargo, si algún humano las irrita o enoja, bueno será que procure aplacarlas al instante, puesto que su cólera es tremendamente terrible.

DAMAS VERDES: Estas hadas personifican a las fuerzas naturales. Se han ido volviendo cada vez más etéreas, a causa precisamente de su continua asociación con el viento.

Viven en bosques, prados o incluso zonas desérticas, morando en palacios de cristal, hielo o coral. Son de una belleza sublime, y van ataviadas de color verde. Si antaño fueron burlonas e incluso mortales para el ser humano, más adelante aprendieron a convivir con él, llegando incluso a ayudarle con sus tareas domésticas.


DRÍADAS: Son las hadas de los bosques, ninfas de los árboles, y se dice que su existencia dura tanto como el árbol en el que moran. Son hermosas, gráciles y ligeras, y sus pupilas, cuando se aparecen al hombre, reflejan rayos de color dorado. Las voces de las dríadas, cuando cantan, se funden con el susurro de las hojas al ser agitadas por la brisa.

MANO BLANCA: Es un hada especialmente peligrosa, puesto que, al parecer, se aparecen por la noche a los viajeros, tratando de seducirlos, y sólo con que el mísero mortal le roce una mano, que es de una blancura asombrosa, aquel fallece irremediablemente, o al menos es preso de una ataque de locura.

LAS FATAS: Son las hadas italianas, que forman parte de una estirpe muy antigua y aristócrata. Cuando veáis a una anciana cargada de leña por el camino, ayudadla a llevar su carga porque, seguramente, se tratará de una fata que desea poner a prueba a los hombres, en cuyo caso cambiará su aspecto achacoso por el suyo verdadero y colmará de dones y bienes al feliz mortal que la haya ayudado.

La receta que os doy en esta ocasión, puedo asegurar que es tan especial como el mundo de las hadas; es la siguiente:

CODORNICES RELLENAS

4 codornices, 100 gr. de miga de pan, 1 vaso de leche, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 cucharada sopera de perejil y albahaca picados, 100 gr. de tocino magro picado, 1 dl de vino blanco, 30 gr. de piñones, 30 gr. de pasas de Corinto, sal, pimienta, orégano, aceite de oliva.

Flamear y vaciar las codornices. Guardar los hígados y saltearlos en el aceite de oliva y luego picarlos.
Rehogar la cebolla y el ajo picados, añadir los hígados, el tocino, los piñones, las pasas, el perejil, la albahaca, la miga de pan mojada en leche y escurrida y los condimentos. Rellenar las codornices ya salpimentadas, con esta preparación. Atarlas con una cuerda para alimentos.

Colocarlas en una fuente de horno ya precalentado a 220ºC y rociarlas con aceite. Cocer 15-20 minutos, rociándolas a menudo.Al final de la cocción, retirarlas de la fuente y tirar la grasa. Rociar con vino blanco y dejar que se reduzca un tercio. Antes de servir, cubrir con la salsa pasada por un chino.