domingo, marzo 09, 2008

HORACIO

http://es.youtube.com/watch?v=4FsENhX9tfM&feature=related

Vídeo-Música: Montaje a base de imágenes procedentes de la serie Roma, en la que se ven escenas de lo que debió de ser la vida corriente en ésta gran ciudad: vestidos, peinados, festejos...tanto de los ricos como de los pobres.
Acuario: Un cántaro de oro suspendido, dejaba caer un chorro de aguamarinas, simulando el liquido elemento, en las fuentes multicolores ensaladas.

En contraposición al post anterior sobre Petronio, que trataba de Apicio, si lo recordáis, ahora y teniendo en cuenta que el plato que nos presenta Trimalción es ensalada, os hablaré de otro famoso personaje romano muy frugal; se trata de Horacio, poeta satírico que vivió en los tiempos de Julio César y Augusto; os recomiendo el siguiente enlace:
http://es.wikipedia.org/wiki/Horacio


Por lo visto, el origen de la palabra “satura” hace referencia a los platos en que se mezclaban alimentos diversos como las macedonias, revueltos o menestras y se aplicó a la literatura debido a que se mezclaban todo tipo de temas en tono burlesco.
Así Horacio en sus dos obras “Satiras” continuamente toca el tema de la alimentación alabando la de los antepasados en contraposición a los excesos de su época en los que caían sobre todo, los nuevos ricos (un ejemplo, Trimalción).

Así en la composición VIII de la segunda sátira se cuenta como transcurre una cena en honor a Mecenas haciendo hincapié en la pedantería y exageraciones y contraponiendo sus gustos culinarios de gran simplicidad: “pan, verdura y un cuartillo de vino” o menestra de puerros y guisantes, “habas, parentela de Pitágoras, y verduritas salteadas con lo justo de pingüe tocino”. Alaba las costumbres de los antiguos romanos que aún se mantenían en el campo:

“En un día de labor, no como sin tino; sólo un plato de verdura con punta de jamón ahumado. Y si tras largo tiempo me visitaba huésped o vecino libre de faena por la lluvia en visita de cumplido, nos regalábamos no con peces traídos de la ciudad, sino con un pollo y un cabrito; luego los postres los adornaba con uva pasa y nuez con higos partidos” (Sat. II,II).

El elogio de las costumbres antiguas se convertiría en motivo literario y se hallará siglos más tarde en otro poeta satírico, Juvenal. Por otra parte, ya comenté en otro post que la verdura era lo que el pueblo consumía.

En nuestros tiempos, toda una serie de chefs compiten por hacer las composiciones más extravagantes y raras, totalmente absurdas, todo ello englobado en la expresión “cocina de vanguardia”. En éste link encontraréis un buena crítica muy divertida:
http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2591_5_56426__Opinion-Violacion-defensa-propia

Además, bajo esa pomposidad lo que se esconde es un auténtico timo, y os explicaré la razón de ésta afirmación.

Hace unos cuantos años, bastantes, estando en Madrid decidimos ir a cenar a un restaurante que nos habían recomendado. De primero pedimos una ensalada para picotear (éramos 4 personas: mi madre, mi hermana, una amiga y yo), el camarero nos miró muy extrañado y nos preguntó ¿sólo una?. Pues sí (además era carísimo). De segundo cada una pidió lo que quiso. Trajo la ensalada y os aseguro que la cara que pusimos debió de ser todo un poema; la ensalada eran 4 hojas, sí 4 hojas no exagero, de lechuga de hoja de roble o algo así. Trajeron los segundo y...bueno, de auténtico escándalo. Yo había pedido goulash, pues me trajeron una especie de flanera, mucho más pequeña, que tenía una cucharadita de moka de una especie de puré de carne en el fondo, y todo lo demás puré de patata; lo del resto no me acuerdo, pero fue también parecido...¿para qué continuar?. Y la factura nos dejó templando...un timo, un auténtico timo, un atraco. Menos mal que yo en casa había dejado preparada una tortilla de patata para mi hermano, que llegaba esa noche; que en realidad fue lo que cenamos. Conclusión: nada como el hogar.

En el 2007, en la revista MadridFusion, el chef Santi Satamaría (“tres estrellas Michelín) declaraba lo siguiente: “Somos una pandilla de farsantes que trabajamos para distraer a esnobs y estamos vendidos a la puta pela”. Pues sí.

La receta que nos recomienda Horacio ya está puesta en el blog, es la de Habas a la catalana:
http://comerbeberamar.blogspot.com/2007/03/el-rincn-de-los-carolingios.html

Pero os recomiendo ésta otra, que además de sencilla y rural, está riquísima, como ya sabéis algunos de vosotros.


JUDIAS VERDES AL AJO ARRIERO. (Foto casera. Pulsar sobre ella para ampliar).

Ingredientes (para 4 personas): 700 gr. judías verdes de buena calidad, 1 huevo cocido, pimentón, 1 rebanada de pan frito, 2 hojas de laurel, aceite, sal.

En una cazuela se pone a cocer las judías verdes lavadas y troceadas junto con un par de hojas de laurel y sal (también se pueden hacer al vapor, incluso quedan mejor) y a parte, cocemos un huevo. Mientras tanto, en una sartén con un poco de aceite, freímos una rebanada de pan y un diente de ajo; cuando ya esté, los separamos y lo ponemos en un mortero junto con la yema del hueco cocido; se retira el exceso de aceite dejando un poco y retiramos la sartén del fuego. Lo del mortero lo machacamos bien. Una vez que las judías ya están cocidas, las colamos reservando el líquido de cocción y las devolvemos a la cazuela. Volvemos a poner la sartén al fuego y cuando ya esté medianamente caliente, rehogamos, con cuidado de que no se queme, un poco de pimentón, añadimos lo del mortero, le damos unas par de vueltas rápidas e inmediatamente un par de cucharones del líquido de la cocción; dejamos que de un hervor y esto lo vertemos sobre las judías, en dónde dejamos que cueza un poco más, -un par de minutos- (en caso de que sea poco líquido podemos añadir más, pero cuidado pues se trata únicamente de que esté en salsa, no de hacer sopa); picamos la clara del huevo, le damos unas vueltas, rectificamos de sal y servimos.