EL ZOO DE CRISTAL
http://www.youtube.com/watch?v=ZOSf8n4SuH8
“El Zoo de Cristal” fue la primera obra de Tennesse Williams que tuvo éxito. La escribió cuando se encontraba en Santa Mónica, el verano de 1943 y es quizás la menos violenta de sus obras y de hecho trata a los personajes con gran benevolencia; es una de sus creaciones más conmovedoras, hondamente conmovedora.
Aquí está el libreto de la obra (avanzar un poco la página, sobre un cuarto):
Se trata de la historia de una familia que vive en St. Louis durante la época de la Depresión, formada por Amanda (la madre), Tom (el hijo), Laura (la hija) y el retrato de un padre que les abandonó dejándoles a su suerte; otro personaje es Jim, compañero de trabajo de Tom y antiguo compañero de instituto.
Sumidos en la pobreza, Amanda que conoció el esplendor final del antiguo Sur y que continua rememorando, trata de sacar a los suyos de la miseria y protegerlos, pero lo hace de una manera neurótica y obsesiva. La trama comienza cuando se entera de que Laura, la hija, ha abandonado las clases de mecanografía debido a su timidez patológica que la incapacita incluso para teclear sin que la tiemblen los dedos:
“¡Era tan tímida y sus manos temblaban tanto, que sus dedos no lograban tocar el teclado de la máquina!.¡Cuando hicimos un examen de velocidad…desfalleció por completo…empezó a dolerle el estómago y tuvimos que llevarla al lavabo!. Después de eso, ya ni volvió” (p. 42).
La timidez de Laura procede de un defecto físico en la pierna que, de alguna manera, la convierte en “tullida”; no es que sea una gran tara, pero en ella adquiere dimensiones desproporcionadas, hasta el punto de haberla apartado completamente de cualquier contacto social; de hecho, se sumerge en un mundo ideal y fantástico, que es el de su zoo, colección de animalitos de cristal entre los que destaca como favorito, un unicornio.
Cuidando esta colección y escuchando los viejos discos de su padre, pasa el tiempo. Ante tales hechos, la madre, Amanda, decide que es necesario proveer por el futuro de la hija, y ya que no cuenta con medios propios que la capaciten, la única solución es buscarla un pretendiente que se case con ella. Así que le pide a su hijo, Tom, que busque a alguien en la zapatería donde trabaja. Y eso hace, invitando a cenar a un compañero del trabajo, Jim. Pero tras la cena, se verá que el resultado del esfuerzo ha sido infructuoso, ya que el anterior confiesa estar comprometido y va a casarse con otra chica. Lo único que ha dejado es el unicornio roto, sin el cuerno, convertido en un caballo corriente.
Y Tom, que en los momentos libres del trabajo se dedica a escribir poemas y que sueña con un mundo de aventuras y con escapar de ahí, finalmente al igual que hizo su padre, abandona a su madre y hermana para emprender otra vida.
La obra, de alguna forma, es autobiográfica; en ella Tennessee nos muestra el retrato de su dominante madre, de su hipersensible hermana, y de sí mismo. Por otra parte, el relato corto “Retrato de una chica en cristal”, es la base sobre la que germinó “El Zoo de Cristal”. Respecto al tema de su hermana, el mismo Tennessee señala que es en el “Retrato de una chica en cristal” donde se puede conocer mejor a su hermana. En este link os he dejado escaneada la obra, ya que es muy cortita:
Los Personajes
Amanda.- La historia de Amanda es la de una mujer sureña que abandona el mundo idílico en el que vivía, Blue Montain, tras su boda, para instalarse en el sórdido apartamento en St Louis al que se accede por una escalera de incendios. A Blue Montain regresa mediante el recuerdo. Madre controladora y dominante, que a pesar de moverse en el pasado tiene los pies en el suelo; es una curiosa mezcla de idealismo y sentido práctico. Aunque a primera vista pudiera parecer una mujer delicada, sin embargo posee una fibra de acero que la recorre, como muchas damas del antiguo Sur.
Tom.- Trabaja en una zapatería, en el almacén; en los ratos que puede escribe poemas en las cajas de zapatos. Es el quien sostiene a la familia, y sueña con poder abandonar ese mundo de miseria embarcándose hacia la aventura. Mientras, se evade mediante el cine:
“Oye, mamá. ¿Crees que estoy loco por la zapatería? ¿Crees que estoy enamorado de la Continental Shoemakers? ¿Crees que quiero pasarme cincuenta y cinco años de mi vida ahí, en ese interior de celotex…con…tubos fluorescentes?. ¡Palabra de honor que preferiría tomar una pistola y saltarme los sesos…!...Pero me levanto ¡Voy! ¡Por sesenta y cinco dólares mensuales, renuncio a todo lo que sueño con hacer y ser siempre!” (p.51).
Laura.- La delicadeza, la fragilidad en extremo, como el cristal; no posee la fuerza de la madre, en realidad no es apta para la supervivencia. El que esté “tullida” se está refiriendo precisamente no a la condición física (que también) sino sobre todo a la psicológica y emocional en el sentido del combate contra la dura realidad.
Aunque en “El Zoo” no se menciona su edad exacta, en el “Retrato” sí se indica: 23 años. Por otra parte, siempre ha estado enamorada de un compañero del instituto que es Jim.
Jim.- Está perfectamente adaptado a la vida y como el mismo señala “está decepcionado, no desanimado”. Es un personaje de la realidad que no cae mal; se preocupa por Laura, aunque esa preocupación sea transitoria, pero aunque no llega a ahondar, intuye en ella algo que la hace completamente diferente al resto, intuye esa fragilidad y esa cualidad del cristal. Pero Jim es la realidad que destrozará los sueños, el mundo de ilusión en el que viven Amanda, Tom y Laura.
Por otra parte, Jim es la imagen del sueño americano, de la fe en el progreso, la tecnología y la ciencia:
“¡Porque creo en el porvenir de la televisión!. Quiero estar preparado para seguir el ritmo de ese progreso. Proyecto tener una participación, en el negocio con las mismas ventajas que sus promotores. ¡Oh, ya he tomado las medidas necesarias!. Ahora, sólo resta que la propia industria se ponga en marcha…¡a todo vapor! ¡El conocimiento! ¡Zipppp! ¡El dinero! ¡Zipppp! ¡El poder! ¡Bum! ¡He aquí el cielo sobre el cual está construida la democracia!” (p.102).
Zoo de Cristal.- En realidad representa a toda la familia, pues si bien la colección es de Laura, cada uno de ellos es la cristalización de una determinada postura ante la vida, viviendo cada uno en su propio mundo en el que los demás no tienen cabida. Lo único común a todos ellos es que ninguno de ellos vive en el presente; Amanda lo hace en el pasado, Tom en un futuro nebuloso y Laura está ajena a cualquier sentido del tiempo, ni presente, ni pasado, ni futuro.
http://www.youtube.com/watch?v=KUnS1mK9ibo
El Sur
Con la llegada del maquinismo y el progreso al Sur, los sureños se ven obligados a entrar en la febril carrera del éxito, a entrar en el mundo de la competitividad, y de una serie de “valores”, los del Norte industrial, a los que eran completamente ajenos y con los que su temperamento era incompatible. Como ejemplo señalar que si bien en el Norte existía agricultura, esta era tomada como negocio, mientras que en el Sur era una forma de vida. Frente a los idílicos jardines del Sur, se alza la ciudad industrial, su miseria y suciedad, y los sórdidos apartamentos que no son más que celdillas de una colmena humana. Es a esto lo que los descendientes de los antiguos sureños no se pueden ni quieren adaptar, y esta es la razón por la que comienza su decadencia.
Por otra parte, la historia del Zoo de Cristal, no es solo la de una familia; es también la de una sociedad, la de los años 30, que se encamina lenta y ciegamente hacia la destrucción. Para mostrarlo Tennessee utiliza tres símbolos:
Los edificios colmena, que simbolizan la masificación de una sociedad en la que ser distinto es imperdonable.
“El apartamento de los Wingfield está en los fondos del edificio, y es uno de esos vastos conglomerados de unidades de vida celular semejante a una colmena, que florecen como excrecencias en los centros urbanos superpoblados de la clase media inferior y son un síntoma del impulso que empuja a ese sector de la sociedad norteamericana, el más grande y fundamentalmente esclavizado, a evitar la fluidez y la diferenciación, y a existir y funcionar como una entretejida masa de automatismo. El apartamento da sobre una callejuela y penetra en él una escalera de emergencia para casos de incendio, una estructura cuyo nombre es un rasgo de verdad poética accidental, porque en todos esos enormes edificios arden siempre los lentos e implacables fuegos de la desesperación humana” (p.29).
La luz de neón del almacén de la zapatería donde trabaja Tom, simbolizando el trabajo rutinario que hace del individuo algo no muy diferente de una máquina.
El Paradise Dance Hall, que es el símbolo de evasión para una sociedad que no conoce otra manera de llenar sus horas y constituyéndose en el único “Paraíso” al que parece que se puede aspirar en dicha sociedad.
Los Inadaptados.-
Es otro de los temas recurrentes en la obra de Tennessee Williams; de hecho podría decirse que son los personajes que más le interesan y sobre los que escribe; todos ellos tienen una tara, bien física o bien psicológica y emocional; son personas extremadamente nerviosas y sensibles. De hecho podrían ser calificados como antihéroes, pero en lo que coinciden con los héroes literarios es en que, debido a su extrema sensibilidad y el ir contra las normas sociales, son seres de alguna manera extraordinarios y que para no verse rechazados, huyen de la sociedad. Son personas diferentes y lo saben. En el caso del Zoo de Cristal, el contrapunto que pone de relieve esta cualidad es Jim, que viene a representar la normalidad, la adaptación perfecta.
Quizás sea esta la obra en la que menos se expresa el desgarramiento de los personajes ante la dicotomía pasado – presente; de hecho es la obra en la que Tennessee con mayor dulzura trata a sus personajes. Aún así, el enfrentamiento entre antiguo Sur y nuevo sur está presente, personificado por Amanda, aunque también aparezca en menor medida, en sus hijos Tom y Laura. De ahí la escapada del tiempo como medio para evitar la realidad; Amanda lo hace rememorando el pasado, Tom huyendo hacia un futuro indefinido y Laura encerrándose en su mundo de figurillas de cristal en el que el tiempo no tiene cabida. Pero como ya se ha señalado, a diferencia de otras figuras femeninas que pueblan la obra de Williams, Amanda es capaz de hacer frente al presente con gran entereza y cuando su familia, al final de la obra, se desmorona ante sus ojos, no se deja abatir y consuela a su hija Laura. Es capaz de aceptar la derrota con gran coraje.
Aquí os dejo este link para quien le interese saber más, lo recomiendo:
Bibliografía:
Williams, Tennessee; “El zoo de cristal”. Ed. Losada. Barcelona 1999.
Williams, Tennessee; “Memorias”. Ed. Bruguera. Barcelona 2008.
Gómez García, Ascensión; “Mito y realidad en la obra dramática de Tennessee Williams”. Ed. Universidad de Salamanca. Salamanca 1988.
Y aquí os dejo la película:
http://video.google.com/videoplay?docid=4908187874239331999#
El Zoo de cristal. (Película completa).
El plato de hoy pertenece al sur de los Estado Unidos, concretamente a la cocina Cajún.
PATATAS AL ESTILO CAJÚN.
Ingredientes: patatas nuevas de piel fina, especias cajún, aceite, sal (opcional).
Se lavan muy bien las patatas, y sin pelarlas se cortan en cuñas. Se espolvorean bien con las especias cajún (lo mejor es meterlo todo en una bolsa, cerrarla y moverla hasta que queden bien impregnadas) y se meten en una fuente de horno en donde hemos puesto un poco de aceite y hemos calentado a 200ºC. Las dejamos haciendo como unos 40 minutos y ya se sacan y se pueden comer acompañándolas de alguna salsa si se quiere.
Las especias cajún se encuentran en este post:
http://comerbeberamar.blogspot.com/2007/03/louisiana.html
Aviso: No adecuadas para estómagos delicados; pican que se matan.
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