“¡Crepúsculo, qué dulce y tierno eres! Las rosadas lumbres que perduran en el horizonte como la agonía del día bajo la opresión victoriosa de su noche, las luces de los candelabros que manchan con un rojo opaco las postreras glorias del poniente, las pesadas colgaduras que una mano invisible corre desde las profundidades del oriente, imitan todos los complicados sentimientos que se disputan el alma del hombre en las horas solemnes de la vida”.
Ch. Baudelaire, de “El Crepúsculo de la Tarde”.
El Poeta Viajero (1885).
Un museo que no es demasiado conocido en Paris e incluso ignorado por gran parte del turismo, es el de Gustave Moreau; ciertamente es un placer visitarlo ya que, a diferencia del Louvre o de cualquier otro de los importantes y famosos, está semivacío. Me imagino que se debe a que pocos conocen a éste artista tan especial y que no es del gusto de todos; yo debo reconocer que si llegué a saber de él, fue por la lectura de Huysmans, autor decadente como pocos y máxime exponente de éste movimiento, el decadentismo. Sus obras emblemáticas son “A Contrapelo”(1884) –que también recibe por título “Al Revés”- y “Allá Lejos” (1891). Cuando volvió al seno de la Iglesia católica, escribió dos obras más donde narra su experiencia religiosa: “En ruta” y “La Catedral”, pero siento decir que aún no las he leído, aunque deben ser muy interesantes. Este autor lo trataré más adelante, ya que en su espiritualidad desembocó en 1895, en el catolicismo estricto haciéndose oblato seglar en el monasterio benedictino de Ligugé.
“Hombre anciano alado y con barba” de Odilón Redón, uno de los simbolistas más puros y del que ya hablaré más adelante.
El SIMBOLISMO es una corriente literaria y artística que surge como reacción contra el realismo y naturalismo y, en arte, el parnasianismo. Algunos autores señalan que sería una continuación del Romanticismo; el hecho es que se opone al positivismo, al racionalismo y busca los mundos de lo “onírico”, de ahí que no sea infrecuente la utilización de la acuarela y el pastel, material este último que es a mi juicio, precisamente por su técnica en pulverizado, el más apropiado para representar los mundos que aunque partan de lo concreto, no se queda en la apariencia y que si bien se podrían calificar de subjetivismo, sin embargo llegan a lo trascendente. Es el difuminado que permite el pastel, lo que crea esa plasmación de los mundos que aunque se pueden calificar como he señalado antes, incluiría el núcleo interior del yo en el que, evidentemente, es imprescindible la representación simbólica. Se caracterizan estos mundos “oníricos” en que por su propia naturaleza no existe la definición, no existe lo concreto y todo resulta una especia de magma inaprensible, que escapa a cualquier intento de categorización, limitación; precisamente por ello requieren de la ambigüedad del símbolo, que es lo opuesto a la definición la cual es el ejercicio de la razón, pues la razón es precisamente la que se encarga de definir, fijar, poner límites, acotar y separar; de alguna manera de taxonomizar o etiquetar (cosa por otra parte imprescindible, para nuestra supervivencia en el mundo) la realidad. Pero si bien es lógico y necesario en la realidad exterior, sin embargo la realidad interior que es inaprensible para la razón, requiere y se sirve, también necesariamente, de otro lenguaje, como ya he señalado. Dentro de esa realidad interior estaría lo llamado “onírico”, pero no puede ser reducida a esto último, ya que lo llamado “onírico” es uno de esos mundos, pero no el único.
Por ejemplo, otro de esos mundos sería el de la fe y la religión, sobre todo la mística, y de hecho el interés por el cristianismo fue muy frecuente en los simbolistas, siendo esta una de sus características.
Salomé bailando ante Herodes (1876).
Respecto a Gustave Moreau (1826-1898), que es el artista que ocupa el presente post, aunque algunos lo señalan como preculsor del Simbolismo, a medio camino entre este último y el Romanticismo, sin embargo muchos lo consideran como perteneciente al primero. Su obra está inmersa en lo sacro y lo divino, de tal manera que resulta inconfundible.
Se tiene que señalar que su estilo es audaz y muy libre; técnicamente, utilizó texturas gruesas por lo que parece irregular. Por otra parte, las atmósferas que plasma son muy densas, creando un clima amenazante, de tensión y angustia; a medida que pasa el tiempo, el artista va prestando una mayor importancia al color en detrimento de la línea, de hecho algunos consideran que las obras de los últimos tiempos, las acuarelas, estaban ya próximas a la abstracción. En cuanto a la temática, es un pintor literario, influyendo en sus obras autores como Baudelaire o Mallarmé, y haciéndolo él lo mismo en otros como Huysmans o Gautier.
Phaethon (1878).
Toma elementos de la mitología, siempre en su carácter simbólico, así por ejemplo, la obra de más arriba, “Phaethón”, se refiere al hijo de Helios y Clímene, el cual fue robado cuando era niño por Afrodita para convertirlo en un daimon, en el guardián nocturno de sus más sagrados santuarios. Consiguió de su padre Helios que le concediese un carro tirado por caballos blancos, pero perdió el control, devastando aquellos lugares por donde pasaba, así que Zeus se vio obligado a intervenir derribándolo mediante un rayo. Phaethon se ahogó en el rio Erídano (Po). Es la caída de la Estrella de la mañana, que también aparece en los relatos bíblicos y en el Apocalipsis de San Juan.
La Aparición (1874-6).
Igualmente recrea el mundo oriental de Persia o Bizancio y tampoco es infrecuente encontrar el tema de las mujeres bíblicas “malditas” como Salomé, Dalila o Judith, tema que por otra parte también fue propio del simbolismo; en esto los simbolistas trazan una nueva relación entre el hombre y la mujer, destacando la peligrosidad, fascinación, etc…que ejerce la mujer (de verdad que los hombres acabáis aburriendo con vuestras fantasías y bobadas).
Precisamente, en la obra de Huysmans, “A Contrapelo” el protagonista está obsesionado con la obra de Moreau “La Aparición”. Otra figura muy importante es la de Orfeo, del que ya se ha hablado en este blog; por otra parte, además de estas representaciones también son frecuentes en la obra de Moreau la de adolescentes andróginos.
El Viajero (1888).
Heracles y la Hidra. (1876)
Igualmente se da un cierto gusto por lo monstruoso, aunque esta afirmación requiere explicación. En un mundo “onírico” estos “monstruos” son representaciones simbólicas de realidades interiores, que se expresan de esta manera. Así su obra está repleta de esfinges, grifos, hidras, unicornios, flores místicas, etc…
La Piedad (1854).
Respecto a la temática religiosa, su interés se centra en la piedad y en San Sebastián. Una obra que me parece de especial interés es el de “La Flor Mística” (1890).
“La flor mística”, es una alegoría en que la flor de la Iglesia se alimenta de la sangre de los mártires. Aquí se representa a la Virgen coronada saliendo de una flor y portando en su mano una cruz, todo ello en mitad de un paisaje escarpado y montañoso.
Aquí os dejo el link al Museo de Gustave Moreau; realmente merece la pena visitarlo y si no se puede hacer directamente, al menos siempre se puede hacer de forma virtual:
La receta de hoy, y por el interés que lo oriental despertaba en estos artistas, es un tanto exótica.
BROCHETAS DE POLLO SATAY.
Ingredientes: 5 pechugas de pollo que no sean muy grandes, 2 dientes de ajo, 2 limas, 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de miel, 1 cucharadita de jengibre rallado, 2 cucharadas de aceite de sésamo o de girasol, unja pizca de pimentón, sal y pimienta.
Se mezcla lo anterior: 2 cucharadas de soja, 1 de miel, 2 de aceite, el zumo de 2 limas, los ajos machacados, el pimentón y el jengibre. Entonces las pechugas se cortan en tiras largas y se dejan marinar en esta mezcla durante 1 hora. Pasado este tiempo, se escurren y se van ensartando en las brochetas en zig-zag; a continuación se asan al grill, dándolas la vuelta de vez en cuando y untándolas con la marinada.
Respecto a la salsa de cacahuete, la que aparece en la foto me la trajeron de Thailandia, así que aunque tengo una receta que parece buena, hasta que no la haga, no os la voy a dar. De todas formas si podéis, haceros con ella pues está buenísima.
Una vez que ya ha comenzado la fase nuclear, la estrella se instala en un nuevo estado que podría llamarse estacionario. Entra en lo que algunos llaman la secuencia principal. Vista desde el exterior, ya no se modifica; su radiación continúa siendo la misma, y su color también. Por ejemplo el Sol está así; la primera fase de su vida durante la que se contrajo y se calentó, duró alrededor de 15 millones de años. Después se puso a transformar hidrógeno en helio y vive así desde hace 4600 millones de años.
Esta fase nuclear se terminará con el agotamiento del hidrógeno del corazón estelar. Cuanto mayor es la masa de una estrella, mayor energía nuclear necesita para equilibrar su energía gravitatoria, y por tanto antes consume el hidrógeno aunque es verdad que también brilla más. Al Sol le quedan aún unos 5000 millones de años de equilibrio estable, pero Sirio apenas sobrepasa los 100 millones de años.
La Muerte de una estrella
Antares (Constelación de Escorpio)
Cuando falta el hidrógeno central, entonces al no encontrar fuerza que se le oponga, la energía gravitatoria vuelve a actuar y la estrella se contrae de nuevo. La energía liberada en la contracción calienta la estrella y la hace brillar de nuevo; pero en el corazón sólo hay helio. La temperatura sube hasta los 100 millones de grados, lo cual permite que tres núcleos de helio se unan para formar el carbono y dicha unión relentiza la contracción. Así se inicia una nueva fase de fusión nuclear en el corazón de la estrella, al mismo tiempo que las capas más externas se hinchan desmesuradamente, se enfrían un poco y adquieren color rojo. Por ejemplo, Antares, Aldebarán y Beltegeuse son buenos exponentes de ésta situación. En los siguientes millones de años que vienen, el centro de la estrella se poblará de núcleos de carbono.
Aldebarán (Constelación de Tauro)
Por otra parte, el helio se agota pronto, y fiel a sí misma la estrella se contrae alcanzado temperaturas cada vez más elevadas; sobre los 1000 millones de grados, el carbono se hace combustible y libera energía, apareciendo además, nuevos elementos: neón, sodio, magnesio, aluminio, silicio, fósforo y azufre. Después de la fase de fusión del carbono, viene la del neón, la del oxígeno y después, la del silicio, todo ello escalonadamente sobre temperaturas que van de 2000 a 5000 millones de grados. Su duración es muy corta y en unos miles de años la estrella engendra por turnos los núcleos de masa intermedia, desde el silicio hasta los metales. Así por una larga cadena van apareciendo todos los núcleos, hasta los más pesados.
La estrella de Neutrones o Púlsar.
Cuando se acerca a los 5000 millones de grados, los núcleos se descomponen, se libera enorme cantidad de energía y para compensar, la estrella se contrae cada vez más rápidamente, pero esta vez se produce la caída libre y el hundimiento. Entonces se produce una enorme explosión y la radiación que surge hace que brille como cien millones de soles. Se la llama entonces SUPERNOVA. Sus capas exteriores son lanzadas a miles de kms/sg. Y tras unos cientos de años, el volumen de los gases en expansión alcanza un diámetro de varios años luz (a.l.). A esto se le llama “Remanente de Supernova”. Como ejemplo tenemos la Nebulosa del Cangrejo que procede de una estrella que explotó hace unos 1000 años.
Nebulosa del cangrejo
Pero cuando explota, no se dispersa completamente, queda un residuo, la parte central que se repliega sobre sí misma, y es lo que se llama una Estrella de Neutrones. Su densidad es tan enorme que equivale a la masa de un gran petrolero concentrada en el volumen de la cabeza de un alfiler. Centenares de millones de toneladas por centímetro cúbico. Otro nombre que reciben es el de PULSARS, debido a que se iluminan y apagan varias veces por segundo, debido a que una débil fracción de su superficie emite luz y gira rápidamente sobre sí misma.
La primera Supernova fue registrada de manera inconsciente en el año 1054, cuando los astrónomos chinos y japoneses notaron la aparición, en la constelación de Tauro, de una estrella excepcionalmente luminosa, fenómeno que pasó desapercibido en Europa. En 1764, el astrónomo Messier elaborando un catálogo de objetos seudocometarios, comenzó por una nubecilla roja al norte de Orión, en la constelación de Tauro que desde entonces se llamó M1, y también por su aspecto, la Nebulosa del Cangrejo, que era el residuo que había dejado la supernova señalada por los astrónomos chinos en 1054. Hoy en día aparece con una luminosidad difusa y muy débil, pero al telescopio muestra unos espléndidos matices rojizos. Está a unos 6000 años luz.
Agujeros Negros.
Algunas veces el residuo estelar se hace aún mas denso que una estrella de neutrones, hasta tal punto que la gravedad impide que se escape la luz. Simon de Laplace, fue el primero en prever la existencia de éstos.
Cuando se habla de la masa de una agujero negro, lo importante no es la cantidad de masa, sino que esté concentrada es un volumen lo suficientemente pequeño; es decir, la transformación de una masa cualquiera en un agujero negro depende esencialmente de su densidad y atrae hacia el todo lo que esté suficientemente cerca: planetas, estrellas, etc...engulléndolo.
Enanas Blancas. Enanas Negras.
No todas las estrellas mueren tan dramáticamente; por ejemplo el Sol, que pertenece a las más pequeñas, no alcanza nunca las temperaturas que provocan la explosión de las más pesadas. Después de la fase de gigante roja (100 millones de grados en el núcleo) se apagan lanzando a lo lejos lo producido en la cocción interior. Aparecen entonces bajo una forma llamada “Nebulosas Planetarias”. En el centro de ellas, se ve generalmente una estrella azul. La materia nebular, ricamente teñida de amarillo y rojo, salió de esta estrella.
Enana Banca
La estrella central, despojada de sus capas externas, se convertirá en una ENANA BLANCA. Son los residuos de la estrellas pequeñas, de la misma manera que los PULSARS son los residuos de las estrellas grandes. Su densidad es de una tonelada por cm cúbico (el de los pulsars es de cientos de millones de toneladas por cm cúbico). Ya ha agotado todo su carburante y se va enfriando bastante, emitiendo en forma de luz el resto de su calor interno. Por ejemplo la compañera de Sirio está ya en ese estado y dentro de miles de millones de años se convertirá en ENANA NEGRA; un cadáver estelar encogido sobre sí mismo, sin brillo y sin vida.
Un resumen sería el siguiente:
--->Agujeros Negros
/
Estrellas muy grandes--->SUPERNOVAS-->Estrellas de Neutrones (PULSARS)
/
Estrellas Inestables---->NOVAS (1)
\
Estrellas Normales-->GIGANTES ROJAS-->Enanas Blancas-->Enanas Negras.
(1) Las Novas, después de la explosión vuelven a su condición inicial. Si son muy grandes se transforman en SUPERNOVAS, y si son normales entrarán en la fase de GIGANTE ROJA
Resumen de la formación de elementos químicos en las estrellas.
Decenas de millones de grados:
1.- Fusión del Hidrógeno.
2.- Obtención del Helio.
100 millones de grados (las estrellas normales inician aquí la fase de gigante roja):
3.- Fusión del Helio.
4.- Obtención del Carbono
1000 millones de grados:
5.- Fusión del Carbono.
6.- Obtención del Neon, Sodio, Magnesio, Aluminio, Silicio, Fósforo y Azufre.
2000-5000 millones de grados (solo las estrellas muy grandes alcanzan estas temperaturas, iniciando la explosión que produce las Supernovas).
7.- Fusión del Neon, Oxígeno y Silicio.
8.- Obtención de todos los núcleos hasta los más pesados.
Bueno, pues la receta de hoy he intentado, como siempre, relacionarla con el tema, y ya que como he señalado que a Antares y Aldebarán no las queda mucho (en lo que es el tiempo en el Universo), pues voy a hacer una concesión a la astrología y la dedico a quienes nos quedamos sin estrella (Escorpio y Tauro).
ARROZ CON CANGREJOS.
Ingredientes: 400 gr. arroz, 1 cebolla morada, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 1 diente de ajo, azafrán, 2 y ½ docenas de cangrejos de río cocidos (se reservan algunos para adornar), 1 tomate grande muy maduro, aceite, sal, 1 litro de agua.
En una cazuela con un poco de aceite se sofríe todo muy picado, ½ cebolla, el ajo, ½ pimiento rojo y ½ pimiento verde. Se añaden las cáscaras de los cangrejos (pinza incluidas y un poco machacadas), se le da unas vueltas y se añade un chorro de coñac. Se deja evaporar y entonces ya añadimos el tomate, pelado, sin pepitas y muy picado. Se rehoga y se añade el agua y el azafrán. Lo dejamos cocer unos 20 minutos y ya entonces se tritura y se pasa por el colador o el chino. Reservamos.
A parte, se sofríe la otra mitad de la cebolla y de los pimientos, también todo ello muy picado; una vez sofrito, se añade el arroz, el caldo que hemos realizado (pero que esté caliente) y la sal. Cuando ya queden unos minutos para que el arroz esté, se añaden las colas peladas. Una vez reposado, se adorna con unos cangrejos enteros que hemos reservado y se sirve.
No se puede obviar que pese a todas las críticas que se le puedan hacer, Luis Buñuel es uno de los grandes directores que hemos tenido en España; sus obras podrán gustar más o menos, podrán generar críticas de toda índole, pero su mirada no se queda en la superficie. Obras como “Las Hurdes”, “Un perro andaluz”, “La edad de oro”, “Nazarín”, “Viridiana”, “Tristana”, “El” y muchas otras se han convertido en clásicos no ya del cine español, sino del cine a nivel mundial.
Lo adecuado sería dar al menos un apunte biográfico, pero como este medio tiene sus limitaciones respecto al espacio, aquí os dejo un link:
http://www.luisbunuel.org/inicio/bunuel1.html La religiosidad de Luis Buñuel se vio fuertemente moldeada por su estancia en colegios religiosos, primero desde los seis años el de los Hermanos Corazonistas y después, de los ocho a los quince, en el colegio de los Jesuitas; sin tener en cuenta esta educación es difícil entender la relación de Buñuel con la religión, que va más allá del anticlericalismo que una mirada superficial le suele atribuir.
Respecto a la temática religiosa, sus obras más representativas son “Nazarín (1959)”, “Viridiana” (1961), “Simón del desierto (1965)” y “La Vía Láctea” (1969), aunque de una forma o de otra, aparezca en todas.
En el post de hoy me centraré en “Viridiana” y en los temas que aquí se tratan; sin duda quedan otros que son explícitamente tratados en películas como “Nazarín”, pero eso ya es tema de otro post.
“Viridiana” (1961).
http://www.epdlp.com/om.php?id=3674 Palma de oro en el festival de Cannes está inspirada tanto en una pintura de la Santa Viridiana como en la novela de Pérez Galdos, “Halma”. La música utilizada está constituida por fragmentos del “Mesías” de Haendel, el “Réquiem” de Mozart y de Beethoven.
La ficha técnica y argumento de Viridiana lo tenéis aquí:
La primera parte de la película, la que se refiere al tío de Viridiana, su fetichismo y casi necrofilia (la da un narcótico para dormirla), pues no voy a entrar en ello aunque en el todo de la película y en los temas obsesiones de Buñuel es importante.
Antes de nada, es necesario señalar que Buñuel declaró que no se podía interpretar su obra como una muestra de la inutilidad de la caridad, pero lo que quizás Buñuel desconocía es que la obra de arte una vez acabada se independiza de su creador y mantiene un diálogo independiente con el espectador, el cual es interpelado por la primera; puede que a Buñuel no le gustara esa interpretación, pero que hubiera utilizado otras imágenes u otro argumento, además y reproduciendo sus mismas palabras:
“El misterio, elemento esencial en toda obra de arte, falta, por lo general en las películas. Ya tiene buen cuidado autores, directores y productores de no turbar nuestra tranquilidad abriendo la ventana maravillosa de la pantalla al mundo libertador de la poesía...El cine es un arma maravillosa y peligrosa si la maneja un espíritu libre. Es el mejor instrumento para expresar el mundo de los sueños, de las emociones, del instinto...El cine parece haberse inventado para expresar la vida subconsciente”.
(Buñuel; “El cine, instrumento de poesía”. Conferencia México 1958).
Y el subconsciente se interpreta, como bien enseña el psicoanálisis y Freud, elementos no lejanos a Buñuel por su pertenencia al movimiento surrealista.
Por otra parte, no conviene olvidar el empeño de Buñuel en la subversión de los valores burgueses, que se apoyaban y sostenían en la Religión, el Ejército y el Estado, según la tradición de las izquierdas.
En Viridiana aparecen algunos de los grandes temas de Buñuel, como es la contraposición entre Dios – hombre, Mundo del espíritu – mundo de la carne, demarcándose al menos aparentemente, hacia éste último. De todas formas, el concepto que tiene Buñuel de ese mundo de la carne está igualmente cargado de subjetividad; si bien es verdad que a este corresponde la maldad humana, sin embargo al despojarlo de cualquier atisbo de nobleza y embrutecerlo, lo está falsificando y no por considerar que algunos elementos que presenta no sean ciertos, sino por generalizar lo particular. Así por ejemplo, la mezquindad que el considera sin remisión y además natural; de ahí que los pobres, preferidos por Cristo, son retratados por Buñuel como capaces de cualquier cosa y que cualquier muestra de agradecimiento por su parte, no es más que puro disimulo que recubre sus bajezas, como en la escena en que dos de los mendigos intentan violar a Viridiana o cuando uno de los mendigos tras recoger a una paloma herida con aparentes muestras de ternura, escenas más tarde muestra únicamente las plumas. Respecto a éste punto, las propias palabras del director son esclarecedoras:
“Casi todos mis personajes sufren un desengaño y luego cambian, sea para bien o para mal. Es el tema del Quijote, a fin de cuentas. Viridiana es en cierto modo un Quijote con faldas. Don Quijote defiende a los presos que llevan a galeras y éstos lo atacan. Viridiana defiende a los mendigos y ellos también la atacan. Viridiana vuelve a la realidad, acepta el mundo como es. Un sueño de locura y finalmente el retorno a la razón. También Don Quijote volvía a la realidad y aceptaba ser sólo Alonso Quijano”.
Mención aparte merece la famosa escena de la última Cena, que en el vídeo se desarrolla del minuto 5:10 al 5.22 y principal causa por la que la película fue prohibida en España. Dejando a parte lo que puede tener de blasfemo e irreverente y centrándonos en otras cuestiones, lo primero es señalar que esa famosa escena es una copia del cuadro “La última Cena” de Leonardo da Vinci, . Por supuesto el meollo de la cuestión es si se interpreta considerando que es la manera en la que los Apóstoles y el mismo Cristo son representados por truhanes, y que lejos de constituir un santo momento, es justamente lo contrario. Pero esto más que representación es una contraposición, al modo nietzscheano; frente a Cristo, Zaratustra.
Como ya he señalado antes la contraposición entre Dios y hombre recorre la obra de Buñuel, pero también la que se da entre Cristo y Sade (sí, el famoso Marqués). De hecho, entre las lecturas que el mismo reconoció como determinantes están las del anterior. Sin embargo Buñuel siempre se defendió señalando que la imaginación es libre, pero que el hombre no; es decir, que una cosa es la teoría y otra llevar a la práctica lo que dicta la anterior (¿recordáis el argumento de “La Soga” de Hitchcock y el papel del profesor?, pues algo similar). De todas formas, Sade además de describir perversiones sin cuento, quiso acompañarlas por una cierta "filosofía"; su obra “La filosofía en el tocador” se podría considerar un compendio de sus elucubraciones en éste campo. Y entre ellas está el encumbramiento de lo carnal, pero continuaré después con éste tema, ya que es importante para desentrañar las reacciones de la protagonista.
Otra muestra de su pesimismo se encuentra en la escena en la que Jorge se apiada de un perro que va atado a un carro; se lo compra al carretero, pero cuando se da la vuelta para llevárselo a casa, por el camino aparece otro carro con otro perro, lo que nos está indicando la futilidad de la ayuda y de la compasión para reparar el dolor del mundo, al menos mediante pequeños gestos caritativos; no se puede olvidar que Buñuel era comunista (al menos oficialmente durante unos años), y en éste sentido, los que sostienen esa ideología siempre han despreciado la caridad, por considerar que además de hipócrita es una manera de hacer que las cosas no cambien y continuar teniendo sometido al pobre; eso, y por supuesto, las promesas de una vida eterna en donde se verán recompensados y que llevaría al abandono de la lucha en éste mundo y a la resignación por el puesto que según les decían, les había tocado ocupar. Si a eso le sumamos además el añadido de que era debido a “qué Dios así lo quería”, pues para qué vamos a hablar.
De todas formas, la escena del perro es una de las más importantes, a mi juicio, para comprender el punto de vista de Buñuel sobre el tema de la injusticia, la crueldad, el afán de dominio y explotación de unos seres humanos sobre otros y sobre el mundo, representado todo ello en las imágenes de un pobre e indefenso animal, y las reparaciones de la misma, que ante tal magnitud, los pequeños gestos de compasión y bondad no arreglan nada.
Respecto a la figura de Viridiana, en éste punto se debe señalar que la religiosidad de Buñuel es difícil de comprender, aunque sin duda alguna estaba también imbuido del espíritu de su época; en primer lugar se tiene que destacar la fuerte asociación que se hacía entre cristianismo y feminidad, de hecho Buñuel siempre señaló que una mujer a la que le faltase religiosidad, la faltaba feminidad, precisamente por esa asociación que se hacía entre religión (dulce, suave, sentimental, irracional) y el género femenino. Respecto a éste tema de la asociación entre cristianismo y feminidad, recomiendo el lúcido análisis que hace Manuel Delgado en su obra “Las palabras de otro hombre. Anticlericalismo y misoginia”. Muchnik Editores. Barcelona 1993. Lo recomiendo vivamente, pues es uno de los mejores ensayos que he leído en mi vida y realmente sorprendente (aviso que es muy fuerte).
Además, y otro elemento a destacar, es en las escenas del vídeo anterior, a partir del minuto 6:00 cuando el mendigo sale de una habitación ataviado con el velo y otros elementos del vestido de novia, que ya se sabe lo que significan: pureza, virginidad, etc...volvemos a ver una trasgresión, un emponzoñamiento de lo simbólico, de nuevo asociado a lo sagrado y a lo femenino; sobre todo cuando este mismo mendigo en el minuto 6:26 saca del traje las plumas de la paloma antes mencionada. Por otra parte, no deja de ser más que sospechoso como acaba la película.
Bueno, Viridiana sería la versión en femenino de Nazarín; Buñuel no cree en la santidad y piensa que ésta es una sublimación del instinto sexual, por ésta razón las últimas escenas de la película, tras haber sido destrozado todo ese mundo de “ilusión” que vive Viridiana, ésta decide unirse a la partida de tute que Jorge está jugando con Ramona. Si bien Buñuel siempre agradeció esta imposición de la censura pues la escena original era demasiado explícita y grosera según palabras del propio Buñuel, la escena pensada era que Viridiana se metía en la cama de Jorge, una vez que Ramona había salido de ella. De ésta manera, la filosofía de la inmanencia, el atenimiento a la naturaleza física y material del hombre se hace presente; en palabras de Buñuel cuando un periodista le pregunta por la “caída” de Viridiana: “No creo que tenga una gran caída...Va del amor a Dios al amor al hombre. No considero eso una caída”, que viene a ser lo mismo que en “Nazarín” cuando Buñuel traspone una frase del “Diálogo entre un sacerdote y un moribundo” de Sade a la escena de una chica agonizante, en la que ella afirma el valor precioso e irrecuperable del amor terrestre: si hay un Cielo, está aquí y ahora, en el instante del abrazo carnal, no en el más allá sin horas y sin cuerpos” (el problema es que si Buñuel lo deja en mera carnalidad, entonces adiós amor y bienvenido el Nathional Geographic; esa es una de sus grandes contradicciones, por no hablar de la cosificación que se hace de las personas).
¿Cómo puede afectar esto a la religión?. Os voy a dejar la crítica de un comentarista de la web filmaffinitty; es realmente buena:
“La religión de los fetiches".
"Buñuel retrata sin piedad los vicios de la mala religiosidad, de la histeria del falso ascetismo, que niega la corporeidad, los instintos, en fin, la animalidad del hombre, lo transforma en "un alma buena encerrada en un cuerpo malo". Su crítica es destructiva, y en buena hora. Y lo digo como cristiano que soy. A pesar de su indudable orientación anti-cristiana y anti-Iglesia, Buñuel es un Nietzsche del cine, porque la dureza de su crítica obliga a cualquier cristiano a revisar sus creencias a fondo, a reflexionar sobre la religiosidad, a fin de acabar con la religión descerebrada, sentimentalista y cerrada de nuestros días, que poco hace por la salvación que pretende dar a los hombres, y los llena de fantasmas con el cuerpo, los instintos, la sexualidad, etc.
Viridiana encarna plenamente esa visión de la cristiandad, se niega a sí misma, a su propio cuerpo ("yo te vi, estabas desnuda", dice la implacable niña) pero desarrolla una devoción morbosa por los objetos (la escena en que abraza la cruz me pone los pelos de punta), al mismo tiempo que se guía por una dudosa moralidad (la "doble moral"): ayudo a los otros porque en el fondo me conviene a mí, ayudo a los pobres (pintados con asombrosa frialdad, no por ser pobres y deformes son buenos, pueden ser resentidos y tan perversos como los ricos; ¡salud Nietzsche!) para "limpiar" mi consciencia. Genial y aterrador.Debo ser sintético, no puedo hablar sobre la galería de personajes egoístas, infames que decoran este fresco de Buñuel. Pero la recomiendo especialmente a los cristianos. Hacer de tripas corazón y aguantar la embestida, que vale la pena. Grande Buñuel”.
Bueno, pues la receta de hoy está dedicada a éste genial director y como una de sus películas más emblemáticas es “Las Hurdes”, pues aquí os dejo esto:
CALDERETA DE LAS HURDES.
Ingredientes (para 4 personas): 1 conejo, 2 cebollas, 4 dientes de ajo, 1 tomate, 1 rebanada de pan, aceite de oliva, 2 copas de vino blanco, 1 ramita de tomillo, 1 ramita de orégano, pimienta negra, sal, 2 tazas caldo de ave.
Se pone el conejo en adobo con un poco de sal, el vino, la cebolla en trozos grandes, los ajos chafados, las hierbas aromáticas y la pimienta. Se deja en la nevera 24 horas.
Antes de cocinarlo, se retira el conejo del adobo junto con el hígado y los ajos y se reserva el líquido. En una cazuela con aceite caliente, se dora el conejo, se retira y se reserva. En esa misma cazuela se fríen los ajos, el pan y el hígado del conejo. Se añaden la cebolla y las hierbas aromáticas del adobo y cuando la cebolla esté dorada, se ralla el tomate sobre la cazuela. Se deja evaporar el agua y entonces se incorpora el conejo a la cazuela, se cubre con el caldo del adobo y un poco de caldo de ave o de agua. Se sala y se deja tapado a fuego lento hasta que la carne esté tierna. Se sirve.
P.D. Se puede pasar la salsa por el chino para que quede más fina; es ese caso se debe dar un hervor con la salsa ya colada
"A bird came flying"; Anne Vanschothorst. Harp and soul
“Si de noche lloras por el sol... las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.
R. Tagore.
Las estrellas son cuerpos celestes, enormes esferas de gas caliente y brillante, que brillan con luz propia; tal enorme emisión de luz y calor se debe a la transformación del Hidrógeno en Helio (mediante fusión nuclear en su nucleo), elementos fundamentales en la composición de las estrellas, lo que provoca un desprendimiento de energía que viene dada de esa forma.
Las estrellas se comienzan a formar en las nubes moleculares, como la de Orión. Las nubes moleculares, que están formadas por hidrógeno en un 99% y polvo interestelar en un 1% son, digamos, el lugar donde se esconden los embriones de las estrellas, la “placenta cósmica”. Cuando por alguna circunstancia particular, como puede ser la onda de choque de la explosión de una supernova, la nube se fragmenta, comienza un proceso irreversible que acabará dando lugar a una estrella; en éste proceso comienza una contracción de ese fragmento haciéndose cada vez más denso hasta que comienza a actuar la gravedad, haciendo que la nube se colapse por su propio peso, así estaría ya formado el núcleo central: la protoestrella, sobre la que continúa materia de la nube. Entonces comienza a girar, y la materia de la nube se coloca en el ecuador formando un disco de materia que orbita alrededor de la protoestrella.
A medida que la materia cae sobre la protoestrella y la envoltura del fragmento de nube y gas se va disipando, el embrión se hace visible, y es cuando observando la nebulosa de Orión se han localizado “estrellitas” caracterizadas por rápidos y violentos destellos luminosos cuya luz es irradiada como consecuencia de un proceso de contracción gravitatoria, como ya he señalado. Este “parto” se mide no por siglos o milenios, sino por millones de años.
Finalizada esta etapa, la del proceso del primer colapso, comienzan las reacciones termonucleares, debido a las altas temperaturas alcanzadas, y la estrella ya formada inicia su existencia independiente; su núcleo está formado fundamentalmente por Hidrógeno. Por su propia gravedad, se contrae y se calienta y según la cantidad de masa, se contrae más y se calienta más; así las partículas empiezan a colisionar y aparecen los fotones. Del infrarrojo, la luz emitida pasa al rojo y la estrella se hace visible. Según sea la masa, más adelante cambiará al amarillo o al azul.
Bueno, aquí dejo un link donde explica muy bien como es éste proceso de fusión nuclear:
Existen diferentes tipos de estrellas, clasificadas según brillo –que depende de la actividad interna- y temperatura; el color depende de la temperatura de las capas más externas.
Para el brillo se utiliza una tabla numérica; cuanto mayor es el número, más débil es la estrella, así las del 0 son estrellas de primera magnitud, aunque más brillantes son aún las de magnitud negativa, como Sirio, cuya magnitud es de –1,43 o el Sol –26,7.
En cuanto al color, las 7 variedades son asignadas con las letras O, B, A, F, G, K, M adoptando a su vez subdivisiones en una escala del cero al 9 para cada uno de los tipos de estrellas; por ejemplo F9 va seguido de G0, G1, G2...Así, las estrellas azules, muy calientes, están sitiadas en el extremo 0 de la escala, y las rojas, frías, en el extremo M. El Sol es una estrella G2:
Clasificación Color Temperatura (°C) Ejemplo
W-O Blanco verdoso 100000 Wolf Rayet
B Azulado 25 000 Spica
A Blanco 11 500 Sirio
F Blanco amarillento 7500 'Canopus
G Amarillo 6000 Sol
K Anaranjado amarillento 4700 Arturo
M Anaranjado 3000 Antares
R Anaranjado rojizo 2600 CW Leonis
N Rojo anaranjadas 2000 1a de los peces
S Rojo 1400 Andromedae
Pero no todas las estrellas brillan con esplendor constante, pues la vida de una estrella puede ser más o menos tranquila, según la masa inicial de la que depende la estabilidad del astro y del regular intercambio entre energía producida y energía irradiada. Por debajo de una determinada masa no se produce reacción nuclear, y por encima de un cierto límite de peso, presión y temperatura, la estrella se vuelve inestable y esta inestabilidad se traduce en alteraciones en la cantidad de radiación emitida; así aparecen las Estrellas Variables.
Mediante contracciones y expansiones, (pulsaciones) las estrellas tienden continuamente a restablecer un equilibrio que está a punto de perder. El máximo de irregularidad lo constituyen las Novas, que son astros que durante siglos y milenios pasan desapercibidos por ser de baja luminosidad pero que un buen día estallan en sus estratos más externos, como si lanzase al espacio su corteza desprendiéndose de ella, consumiendo como en una inmensa hoguera parte de su energía para volver, lentamente, a su condición inicial. Esto se cree que es debido a un desequilibrio entre masa y energía, o bien puesto que las Novas son sistemas dobles, que su inestabilidad es producto de alteraciones gravitatorias en el sistema.
POLARIS o la Estrella Polar en realidad es una estrella supergigante amarilla, variable pulsante cefeida y triple o ternaria. Con un diámetro 100 veces superior al del Sol y 4000 veces más brillante. Pero aunque se habla de ella en singular, en realidad son tres estrellas que danzan una alrededor de otra entrelazadas por la gravedad; aunque los científicos ya conocían la existencia de dos de las estrellas, sin embargo intuían la existencia de otra más a partir del movimiento de las dos conocidas, ya que no era el de una “pareja perfecta”, sino que “delataba la presencia de un intruso”, pero nadie lo había visto. Ahora se utiliza el mismo nombre tanto para designar a la estrella de siempre como al sistema de las tres, pero cuando se hace necesario diferenciar, entonces los científicos llaman a la principal Polar A (o Aa), a la recién descubierta la Polar Ab y a la tercera, que queda bastante más lejos de las anteriores y que orbita alrededor de las otras dos, Polar B.
Sin embargo, no siempre fue Polaris la estrella guía, antes lo fueron Thuban y Vega, y lo volverán a ser. Todo esto se debe a la precesión de los equinoccios, que ya explicaré lo que es, pues casi desde el principio de la historia de la astronomía, los entonces astrónomos, que eran los filósofos, procuraron encontrar explicación a fenómenos para ellos desconcertantes.
Por otra parte, a la Estrella Polar también se la llama Estella Maris (Estrella del Mar), como una advocación a la Virgen , y convirtiéndola en la patrona del gremio de los marinos Esta asociación viene dada por la importancia que tenía para los navegantes la Estrella Polar, ya que no sólo señala el Norte, sino que también permite conocer la latitud en la que se encuentran los barcos y la encomienda a la Virgen a la hora de encontrar la estrella guía. Pero todo esto lo voy a dejar para otro post, junto con otras cosas referidas a la vida, muerte y características de las estrellas, pues este se está alargando demasiado.
Bueno, pues no se me ocurre nada para éste post; en las noches frías, una vez observado el firmamento y ya en casa, lo propio era un caldito caliente (menos en las muy escasas noches cálidas de verano que aquí tenemos), o un vaso de leche calentita. Así que para acompañar a esta última, unas magdalenas.
MAGDALENAS DE LECHE.
Ingredientes (para unas 45-50): 3 huevos, 350 grs. azúcar, 250 cl. leche, 200 cl. de aceite de girasol, 350 grs. harina de repostería, 1 sobre y un poco más de levadura, ralladura de limón o de naranja.
Primero se baten los huevos con el azúcar durante unos 5 minutos y se incorpora la leche, el aceite y la ralladura. Se continua batiendo y se agrega la harina y la levadura. Batimos un poco más y llenamos las papelinas unas ¾ partes; se espolvorea con un poco de azúcar por encima. Mientras se ha puesto el horno a precalentar, arriba y abajo a 200 ºC, se mete la bandeja en la tercera posición desde abajo y se deja hasta que estén doradas (unos 15 minutos).