lunes, abril 23, 2007

FIN ARROZ Y TARTANA


Música. De Chapí, “El tambor de granaderos” (1894), el Preludio. Pinchar aquí:
http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=978

Con este post, se concluye la serie dedicada a la obra de Blasco Ibáñez, “Arroz y Tartana”. Muchas y muy buenas son las obras de este escritor, así que no será la última vez que hable de el; novelas como “La Barraca”, “Cañas y Barro”, “La Horda”, “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, etc...merecen la mayor de las atenciones.
Y como aún me queda por hablar de este genial escritor (su biografía), que sirva éste post como fin de un capítulo e introducción a otro.

Como colofón de la obra de la que se ha tratado durante tan largo tiempo, os voy a dar una receta que aconsejo para los días de frío. En la foto, las proporciones son muy pequeñas, pero no olvidéis que la que lo tiene que comer soy yo, así que creo que tendré para varios días. Por cierto, éste es un muy buen modo de aprovechar los restos del cocido o la carne de hacer caldo.

Nota.- Debido a una serie de cosas que tengo que hacer (exámenes), durante un mes o algo más, escasearán las nuevas recetas.


COCIDO VALENCIANO (ARROZ AL HORNO). (Foto casera. Pinchar para ampliar).

150 grs. tocino, 300 grs. morcillo ternera o novilla, 250 grs. gallina, 300 grs. magro de cerdo (solomillo o costillas), 1 pie de cerdo, 2 morcillas, 100 grs. garbanzos, 1 patata, 2 tomates pequeños, 1 cabeza de ajos entera sin pelar, 600 grs. arroz, perejil, azafrán, pimentón, 1 zanahoria, sal, aceite, 1 ½ l. de agua para el caldo.

En una olla se pone el litro y ½ de agua con todas las carnes y los garbanzos menos la morcilla. Una vez cocido (unos 45-50 minutos en la olla -lo mismo que el cocido-) se cuela y se reserva el líquido; las carnes se trocean. En una sartén grande se pone aceite y se fríe la cabeza de ajos, la patata cortada en rodajas y, por último, los dos tomates partidos por la mitad. Se retiran. Se pone el arroz y se rehoga con una cucharada de pimentón. El azafrán y el perejil se machaca y se deslía con el caldo. En una cazuela de barro previamente calentada, se añade el arroz con su aceite, en medio se pone la cabeza de ajos, los garbanzos alrededor de los ajos; después las carnes, las patatas, los tomates y la morcilla. Se añade el caldo casi hirviendo en proporción de una medida de arroz por dos y media de caldo y se cuece en el horno ya precalentado a 250ºC durante ½ hora y destapado.

martes, abril 17, 2007

LUNES DE AGUAS II


Música. “Agua, azucarillos y aguardiente:
http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=984

La imagen es "La gallina ciega", obra de Goya que pertenece a la serie para los tapices.
Hace un año, más o menos, os hablé del Lunes de Aguas (en Etiquetas, pinchar en dónde pone Empanadas, os llevará a la página), día de fiesta en Salamanca, y del plato típico de tal fiesta: el Hornazo. Debido a que aún no lo había realizado, decidí daros la receta de la empanada de bonito Prada, quedando la primera para cuando la hiciera.
Bueno, pues ya está, aquí la tenéis con foto incluida.

HORNAZO DE SALAMANCA. (Foto casera. Pinchar para ampliar).

Ingredientes.
Para la masa: 1 kilo de harina de trigo, 1 vaso de aceite de oliva, 1 vaso de vino blanco seco, 1 vaso de agua, 2 huevos, 50 gramos de manteca de cerdo, 1 pellizco de azúcar, sal.

Para el relleno: lomo de cerdo adobado y en filetes gruesos, chorizo fresco en rodajas, lonchas de jamón serrano, huevo cocido (opcional).

La Masa: En un bol poner toda la harina, hacer un agujero en el centro y poner en él la manteca derretida, el aceite, el vino y el agua. Mezclarlo todo muy bien y añadir la sal, un pellizco de azúcar y dos huevos batidos. Amasar con las manos hasta conseguir una masa homogénea. El punto se consigue cuando, al amasar, se ve que la masa no se pega a las paredes del bol, pues cuando se pega es que falta harina. No obstante, poner atención, pues un exceso de harina hace la masa muy densa y es difícil extenderla. Dejar reposar unos 30 minutos, cubierta con un paño.

El relleno:Poner al fuego una sartén con el aceite o manteca y echar los filetes de lomo, se les da un par de vueltas y se saca, echar el chorizo, cortado en rodajas, se saca de inmediato (es mejor que esté poco tiempo en la sartén, pues después en el horno tiende a secarse; cuanto menos tiempo, mejor). Cocer dos huevos y cuando estén cocidos cortarlos en rodajas.

El Hornazo:Dividir la masa en dos porciones. Embadurnar de aceite el rodillo de amasar y estirar la masa, sobre la mesa o la encimera de la cocina que se habrá enharinado para que la masa no se pegue, hasta conseguir el tamaño adecuado (yo prefiero que sea fino, pues el hornazo tiende a ser un poco “mazacote”, así que estiro la masa hasta que tiene el grosor que más me gusta; otras personas prefieren hacerlo con hojaldre, pero el problema es la falta de consistencia para soportar tanto peso). Espolvorear la bandeja del horno con harina y colocar en ella la masa estirada de forma que los bordes de la misma sobresalgan un poco de los de la bandeja. Repartir el relleno, primero se pone el jamón, después los filetes de lomo y se acaba con las rodajas de chorizo. En el caso de poner huevo cocido, pues lo ponéis dónde queráis pero a mi me parece que lo seca mucho.

Tapar con la otra parte de la masa, que se habrá estirado de igual forma que la primera. Con la punta de los dedos ir cerrando los bordes de la masa, doblando el borde de la base sobre la tapa, de forma que queden bien unidas y el relleno quede entre las dos hojas de masa. Si después de hacer las dos láminas nos hubiera quedado masa, se pueden hacer tiras y colocarlas como adorno encima de la tapa. Batir un huevo y extenderlo con un pincel por toda la tapa del hornazo, de esta forma quedará la superficie brillante, dándole un mejor aspecto. Es conveniente pinchar con un tenedor en varias zonas de la tapa, para evitar que se levante con el calor.Poner el horno a 180º y colocar la bandeja en la parte media del mismo. Dejar en el horno sobre unos 30 minutos.

Nota. Existen otras maneras de hacer la masa, pero creo que os he dado la más sencilla. Se puede tomar caliente o fría, troceándola en cuadrados de 10 a 15 cm de lado.

domingo, abril 15, 2007

MADRID: HAMBRE Y GUERRA



Música. En el link que os pongo, podréis encontrar canciones de ambos bandos, así cada cual puede escoger lo que quiera. Respecto a las que aparecen en la película “Las bicicletas son para el verano”, son "A las barricadas", "Himno de Riego" y "El quinto regimiento".


Antes de comenzar, quisiera aclarar algo para evitar mal entendidos. No comparto ninguna de las tesis de los bandos que hicieron la guerra; lo que sí entiendo perfectamente es el fenómeno de causa-efecto y que cuando se tira demasiado de la cuerda, ésta se rompe, tanto por un lado como por el otro. Lo peor de las guerras y revoluciones, son las víctimas inocentes que nada tienen que ver ni con unos, ni con otros.






“Las bicicletas son para el verano”, escrita por Fernando Fernán-Gómez en 1977 y ganadora del premio Lope de Vega, es una obra de teatro que tiene como protagonistas a un familia madrileña normal, trabajadora, de clase media durante la etapa de la guerra civil. Comienza la acción el día en que parte del ejército (una parte importante) se sublevó y termina con la victoria de éstos. Durante éste tiempo, la familia intentará adaptarse a las distintas situaciones: miedo, alteración de costumbres, falta de lógica y sin sentido y, sobre todo, hambre, mucha hambre. Seguramente, muchos habéis visto la adaptación cinematográfica de la obra teatral y, en vista de que los personajes acaban siendo entrañables, cuando se acaba la película surge la pregunta de qué sería de ellos. Bueno, pues en el libro existe un apéndice en dónde se nos dice que ocurrió:

Don Luis.- Fue detenido y tras pasar un breve tiempo en un campo de concentración, fue juzgado por la incautación de las bodegas; la sentencia fue de 12 años que quedó reducida mediante el sistema de reducción de penas por el trabajo. Dicho trabajo consistió en hacer farolillos chinos y escribir poemas de carácter religioso, especializándose en San Isidro Labrador. Salió de la cárcel y, con 55 años el único trabajo que consiguió fue de agente de seguros, aunque no le resultó muy bien. Murió a consecuencia de una bronquitis crónica que cogió durante su estancia en la cárcel.

Doña Dolores.- Quedó en casa con su nieto y tras pasar un año de enfermedad, en la que se le llenó el cuerpo de furúnculos, se dedicó a coser para algunas tiendas. Finalmente decide irse a vivir con Doña Antonia, su vecina.




Luisito.- Abandona sus sueños de escritor y se pone de firme a trabajar en la oficina en dónde se colocó como chico de los recados. Se va abriendo camino y finalmente consigue, ya con otro puesto en la empresa, que los jefes le manden de encargado de la oficina a Barcelona, dónde se casa.

Manolita.- Continúa siendo actriz en obras de poca monta. Rehace su vida sentimental junto con a otro cómico.

Rosa.- La novia de Pedrito, el vecino, muere a causa del tifus exantemático; también conocido como piojo verde o tifus del hambre.

Una de las constantes de la obra, es la presencia del hambre; el hambre que se pasó en Madrid tanto durante la guerra como durante la posguerra. Dejando el tema de la posguerra, que ya se tratará en otro momento, me centraré en el período de guerra en Madrid, ya en septiembre y octubre del 36 comenzaron a escasear el trigo, la carne y el carbón, en los primeros meses del 37, el pan y en marzo del mismo año se inauguró el racionamiento. El arroz, las lentejas, y algo de aceite fueron la base de la alimentación durante éste tiempo en la ciudad. Precisamente, en la obra de Fernán-Gómez, se presenta éste problema de una manera importante, concretamente en una escena en la que se pregunta quién toma cucharadas de la cazuela antes de que ésta se ponga en la mesa, resultando que todos los miembros de la familia, por no poder aguantar más el hambre, metían la cuchara. Esta es la confesión de Don Luis:

“Así, desde hace aproximadamente un mes, ya sea lo que haya en la cacerola: lentejas, garbanzos mondos y lirondos, arroz con chirlas o agua con sospechas de bacalao, yo...me meto en la cocina...y me tomo una cucharada”. El mismo autor señala, en nota a pié de página: “Durante la guerra, los dos platos más comunes entre la población civil madrileña fueron el arroz con chirlas y las lentejas sin nada”.


Así que vamos al arroz con chirlas; éste plato me lo preparaba mi abuela, cuando yo era pequeña, todos los sábados que iba a comer a su casa. Me continúa encantando y sé que a alguno de vosotros, también. Pues aquí va la receta:
 




ARROZ CON CHIRLAS. (Foto casera. Pinchar para ampliar).

Ingredientes (por persona): Arroz, aceite, 1 diente de ajo, perejil, laurel, 200 grs. chirlas (o almejas de cultivo), sal y agua.

En una cazuela, echar un poco de aceite y añadir el diente de ajo entero, el laurel y el perejil picado. Rehogar a fuego medio y echar el arroz, darle un par de vueltas con la cuchara y verter el agua (doble cantidad que de arroz). Dejarlo durante 10 minutos a fuego vivo, pasado éste tiempo, añadir las chirlas que antes habremos tenido en agua con sal y lavadas, y bajar el fuego a lento pero sin que pierda el hervor. Tapar la cazuela y dejarlo así unos 8 minutos. Pasado éste tiempo, retirar la cazuela y dejarlo reposar unos 3 minutos o así. Retirar el laurel y el ajo y servir.

Nota.- El arroz debe quedar un poco caldosito; no es un arroz duro por eso en necesario tomarlo de inmediato.