viernes, septiembre 26, 2008

1945-1947




http://es.youtube.com/watch?v=3ix9yLpn76w

Vídeo: Escenas de la película “Vencedores o vencidos”.

4. LA POSTGUERRA (1945-1947).

Tras la guerra, la Iglesia continuó ayudando a las innumerables víctimas; para ello podía proveer de pasaportes expedidos por la Cruz Roja o Cáritas. Igualmente, se creó la Pontificia Obra de Asistencia (POA) y la Oficina de Información Vaticana, que se ocupó de más de 11 millones de personas dispersas y que se procuró buscar.
Cárcel, V.; “Historia de la Iglesia. III. La iglesia en la época contemporánea”. Ed. Pelícano. Madrid 1999, p. 461.

Pero desgraciadamente junto con las víctimas también se colaron verdugos y, lo que es peor, ayudados por algún elemento de la Iglesia. Este es el caso del obispo Alois Hudal.

Alois Hudal (Gratz 1885- Roma 1963). Obispo austriaco, era rector del Colegio pontificio de Santa María dell´Anima y representante de la Conferencia Episcopal Alemana ante el Papa.
Consideraba un acto de caridad, olvidándose de aquello de “dar a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que del Cesar”, ayudar a escapar a los responsables nazis, así que colaboró activamente con la organización ODESSA siendo uno de los mayores responsables de lo que se ha venido a llamar “Ruta de las ratas”, “Ruta de los monasterios” o “Ruta del Vaticano”. Según se afirma, así lo mantiene en su propio diario:

http://es.wikipedia.org/wiki/Ratlines

pero también algunos nazis que fueron ayudados a escapar lo han señalado en sus memorias o en entrevistas que posteriormente se les ha hecho; así que no va a quedar más remedio que creerlo:
http://www.uruguayinforme.com/news/26112004/26112004ayestaran.htm
http://video.google.es/videoplay?docid=4866111877746501525

Las fuentes para esclarecer el papel que Alois Hudal jugó en todo esto son:



1. Sus propias memorias ("Diarios Romanos")
2. La versión de los historiadores oficiales de la Iglesia
3. Un informe del agregado militar de los EUA en Roma en 1947
4. Los archivos del Vaticano y de Santa María dell’ Anima

Los fugados se alojaban en monasterios que se encontraban el carretera que une Austria con Italia. Cáritas fue quien financió una parte de los gastos y comisiones, aunque es muy posible que no supieran quienes eran esos hombres que se mezclaron con los refugiados de verdad. A su paso por Roma, algunos de los fugados se refugiaron en el monasterio de dell´Anima. Todo ello parece ser que se ha podido comprobar por el informe que elaboró un agente del servicio secreto americano, Vincent La Vista, pero no salió a la luz pública hasta los años 80. Recomiendo que se vea el documental que trata este tema; es el enlace anterior.

Por lo que a Pío XII se refiere, el padre jesuita Robert Graham señaló que “monseñor Hudal era un simpatizante nazi a quien el Papa Pío XII "se negó siempre a recibir".

http://www.clarin.com/diario/96/12/01/T-03303d.htm


En cuanto a que supiera o no de las actividades que Hudal y otros llevaban a cabo, es posible que no.

5. LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA.

Afortunadamente, la Iglesia ha aprendido de sus errores y ha pedido perdón por todo aquello, referido a este tema, en el que por acción u omisión no se comportó según el mensaje de Cristo.
Juan Pablo II, quizás por ser polaco y haber vivido de cerca los horrores nazis tanto contra los católicos como contra los judíos, ha sido el Papa que más sensibilidad ha demostrado hacia la Shoah u Holocausto, aunque ya antes Pablo VI, en “Nostra Aetate”, señala que:


“Aunque las autoridades de los judíos con sus seguidores reclamaron la muerte de Cristo, sin embargo, lo que en su Pasión se hizo, no puede ser imputado ni indistintamente a todos los judíos que entonces vivían, ni a los judíos de hoy. Y, si bien la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios, no se ha de señalar a los judíos como reprobados de Dios ni malditos, como si esto se dedujera de las Sagradas Escrituras. Por consiguiente, procuren todos no enseñar nada que no esté conforme con la verdad evangélica y con el espíritu de Cristo, ni en la catequesis ni en la predicación de la Palabra de Dios. Además, la Iglesia, que reprueba cualquier persecución contra los hombres, consciente del patrimonio común con los judíos, e impulsada no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos”.
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651028_nostra-aetate_sp.html

De esta manera queda claro que el antisemitismo religioso no tiene cabida en la doctrina cristiana, aunque eso ya lo había señalado Pío XI. Pero será con Juan Pablo II, como señalé anteriormente, con quién la Iglesia reconocerá profundamente la parte que le toca en este tema. Así se ve en “Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah”.
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/chrstuni/documents/rc_pc_chrstuni_doc_16031998_shoah_sp.html


Por otra parte, las iglesias polaca, francesa y alemana han pedido igualmente perdón.

6. CONCLUSIÓN.

Como ya señalé en la Introducción, me preocupaba la actuación que la Iglesia podía haber tenido durante este infausto periodo de la historia; por esta razón decidí hacer el presente trabajo, más que nada para esclarecérmelo a mi misma.

Afortunadamente, mis conclusiones, a nivel personal, han resultado positivas, aunque no por ello se deban olvidar aquellas actuaciones por parte de los cristianos que fueron poco dignas; pero pienso que esto último se debe de tomar como una muestra de lo que nunca más debe de volver a pasar. Lecciones da la historia que no se deben olvidar, tanto en lo positivo como en lo negativo.

La Iglesia, además de su elemento espiritual, tiene el elemento humano; es decir, todos los católicos formamos la Iglesia y es aquí en donde se comprende que se puedan dar injusticias y excesos. De entre los católicos de aquella época existieron tanto los que ayudaron a las víctimas desinteresadamente poniendo en riesgo sus propias vidas, dando así testimonio de su fe, como aquellos que guiados por injusticia colaboraron con los nazis. Esta es una de las bases en la que se sustenta la crítica que se hace a la Iglesia en lo que se refiere a su actuación durante aquella época. Y una de las más sangrantes es la ayuda que prestaron algunos católicos para evitar que los nazis fueran juzgados y pagaran por sus crímenes. Me lo pensé mucho antes de incluir en el trabajo los temas de Alois Hudal o el comportamiento de países católicos como Croacia o Slovaquia. Sé que lo sencillo, ante el primer caso, es negarlo pero si existen pruebas no queda más remedio que aceptar la verdad, sea esta la que sea.

Respecto a los silencios de Pío XII, creo que ciertamente ayuda mucho más a los perseguidos la actitud que tomó el Papa, que las acciones y palabras heroicas que no conducen más que a empeorar la situación, pues se trataba de Hitler, no de un fanfarrón cualquiera. Con lo que no puedo estar de acuerdo, aunque comprendo que la Iglesia no puede decir otra cosa, es con la paz por encima de todo, a cualquier precio cuando nos encontramos con personajes como Hitler y con los horrores que produjo el nazismo. Estoy con los que critican las acciones pacificadoras cuando lo que se tiene en frente es a un monstruo; de hecho, también defiendo que se debió de actuar muchísimo antes y con energía. Lo único que cabe esperar es que jamás se repita algo así.

Bueno, pues la receta de hoy es muy sencilla y típica de Alemania.



ENSALADA DE SALCHICHAS (Wurstsalat). (Foto casera. Pulsar para ampliar).

Ingredientes (para 4 personas): 400 gr. de salchichas de ternera (yo lo hice con Chopped-Beef), 3 pepinillos en vinagre (deben ser los alemanes, que son mucho más suaves y con un ligero sabor dulce), 1 cebolla pequeña (o cebolleta), 20 ml. de vinagre de jerez, 30 ml de aceite de oliva, 20 ml. de caldo de pepinillos en vinagre, 1 cucharadita de mostaza, sal, pimienta.

Se corta la salchichas o las lonchas de fiambre en tiras, que se pone en una ensaladera. Los pepinillos se cortan en juliana y la cebolla en rodajas lo más finas posible. Con el aceite, el vinagre, la mostaza, el caldo de los pepinillos, la sal y la pimienta se prepara una vinagreta. Se mezclan las salchichas o fiambre, la cebolla y los pepinillos, se aliña con la vinagreta previamente elaborada y se deja reposar en la ensaladera una hora en el frigo removiéndola de vez en cuando.

P.D. La salchicha de ternera es una barra de embutido del tamaño de una mortadela; si no se encuentra, se puede sustituir por salchichas ahumadas o cualquier otro embutido, como el Chopped-Beef.

Aquí pongo un enlace sobre este tipo de ensalada; como podréis ver, existe una gran variedad:

http://es.wikipedia.org/wiki/Wurstsalat

martes, septiembre 16, 2008

1939-1945

3. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945).

http://es.youtube.com/watch?v=6VsJb3yw4bU


http://es.youtube.com/watch?v=ckvg83xTIx8


Vídeo: Escenas de la película “Roma, ciudad abierta” (1945) de Rossellini, en la que se narra la historia inspirada en el personaje real del sacerdote Luigi Morosini que fue torturado y fusilado por ayudar a la Resistencia.

Música. B.S.O. de “Roma, ciudad abierta”:
http://www.epdlp.com/compbso.php?id=674

El 1 de septiembre de 1939 Hitler invade Polonia, dos días más tarde Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Francia, Sudáfrica declaran la guerra a Alemania. Pero el 1 de septiembre es también el día en que Hitler autoriza el programa de eutanasia. De nuevo tenemos que volver a hablar de Clemens A. Von Galen que alzó su voz para condenar estas prácticas.
http://www.conoze.com/doc.php?doc=3978

Por otra parte, el 20 de octubre de éste mismo año se publica la primera Encíclica de Pío XII, “Sumí Pontificatus”. En ella se rechaza la idea de un estado totalitario, condenando el empleo de la fuerza; lo mismo se viene a repetir en la alocución navideña al colegio cardenalicio, el 24 de diciembre del mismo año.
http://www.vatican.va/holy_father/pius_xii/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_20101939_summi-pontificatus_sp.html

Respecto a como fue acogida la guerra en los diferentes países, es necesario señalar que en general los católicos de Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda y Polonia veían como una auténtica y justa necesidad el defenderse del nazismo y que en Italia únicamente un grupo minoritario de fascistas lo vieron como positivo. Sin embargo, en Alemania la situación era mucho más compleja, ya que el pueblo mayoritariamente seguían a Hitler, pese a que existió un grupo minoritario que siempre se opuso.

En lo que al clero se refiere, es necesario señalar que estaba profundamente dividido en dos tendencias; los entusiastas del III Reich, como el presidente de la Conferencia episcopal, Bertram, y los que se opusieron desde un primer momento, denunciando al nazismo, como el obispo de Berlín, Von Preysing, y el de Munster, Von Galen.

Respecto a Francia, el episcopado apoyo el régimen de Pétain e incluso copió el antisemitismo de los nazis, incluso deseaban la derrota de los aliados; tras la guerra se pidió la sustitución de casi una tercera parte de los obispos. Hace unos años, concretamente en 1997, en una carta conjunta, los obispos franceses pidieron perdón por tal actitud.
http://www.elmundo.es/1997/10/01/internacional/01N0044.html

En Italia, en general la jerarquía calló y trató de proteger a los perseguidos, aunque siempre existe alguna excepción.

En la Navidad de 1942, la radio vaticana emite el mensaje de Pío XII con motivo de estas fechas. En el se condenan claramente todas las crueldades, injusticias y violaciones de los acuerdos internacionales y refiriéndose a los miles y miles de personas que por su nacionalidad o raza eran destinadas a la muerte.
http://www.vatican.va/holy_father/pius_xii/speeches/1942/documents/hf_p-xii_spe_19421224_radiomessage-christmas_sp.html

De nuevo el 2 de junio de 1943, el Papa volvió a hablar de lo mismo, aunque no explicitó la condena. Tales “silencios” han sido una constante fuente de ataques posteriores contra Pío XII, como ya señalé en la introducción, pero su situación ha sido descrita por él mismo; el 20 de febrero de 1941, escribió:
“Allí donde el Papa querría gritar alto y fuerte, es desgraciadamente la espera y el silencio lo que le es a menudo impuesto; allí donde él querría actuar y ayudar, es necesaria paciencia y espera”. Y posteriormente, el 2 de marzo de 1944, dirá: “Con frecuencia es doloroso y difícil decidir lo que la situación exige: una reserva y un silencio prudente, o al contrario una palabra franca y una acción vigorosa”.
Cárcel, V.; “Historia de la Iglesia. III. La iglesia en la época contemporánea”. Ed. Pelícano. Madrid 1999, p.p. 453-454.

De todas formas, los planes que Hitler tenía tanto para el Vaticano como para Pío XII distaban mucho de ser prudentes. Parece ser que en 1943 Hitler ordenó la destrucción del Vaticano y la deportación del Papa Pío XII, como represalia por la ayuda prestada a los perseguidos y el apoyo a los que se oponían al nazismo. El historiador Tornielli afirma que Hitler se encolerizó tras la firma del armisticio entre el Gobierno italiano del mariscal Badoglio y los aliados el 8 de septiembre de 1943, y ordenó al cuerpo de élite de las SS arrasar «a sangre y fuego» la Santa Sede; el Papa sería trasladado al principado de Liechtenstein donde permanecería como rehén. Fue el general Karl Wolff, entonces comandante de las SS en Italia, quien logró disuadir a su superior.
http://www.mercaba.org/FICHAS/IGLESIA/Inte03/hitler_ordeno_destruir_vaticano.htm

Los hechos que demostraron a Pío XII que no debía protestar, sino actuar en silencio fueron, en primer lugar, que la encíclica “Mit Brennender Sorge”, lejos de conseguir el cese de la persecución a los judíos, lo que hizo fue incrementarla, acompañada esta vez de católicos. Otro hecho fue lo ocurrido en Holanda en 1942, que tras la protesta pública en las iglesias, se aceleró la deportación de los judíos, tanto de raza, de religión como católicos, entre estos últimos Edith Stein y su hermana.

Pero el callar, no significa no actuar; de hecho, se debe de señalar que existen multitud de testimonios dados por los sobrevivientes, agradeciendo a Pío XII el haberles salvado la vida. De hecho, Pío XII dio la orden de que se abrieran todos los conventos y organizaciones católicas para proteger las vidas de aquellos que sufrían las persecuciones. A lo largo de estos terribles años, sacerdotes, religiosos y laicos católicos fueron asesinados por defender la justicia, así tenemos por ejemplo a Alfred Delp, a Rupert Mayer o a Bernhard Lichtenberg entre muchos otros.

http://es.wikipedia.org/wiki/Cristianos_bajo_el_nacionalsocialismo
http://www.iberoamericana.info/nuestra_universidad/hagiografias/beato_rupert_mayer.asp
http://es.wikipedia.org/wiki/Bernhard_Lichtenberg
http://www.conoze.com/doc.php?doc=3979

Sin embargo, pese a esto, también existieron casos cuyos comportamientos dejaron bastante que desear, y que llevaron incluso a que se tomaran decisiones drásticas, como es el protagonizado por el religioso, fraile franciscano, al cual se le redujo a la vida laical, Miroslav Filipovic Majstorovic, conocido como el “Hermano Satán”, y que fue el jefe del campo de concentración “Jasenovic”, en el Estado católico de Croacia o la religiosa llamada “hermana pía”, Eleonore Baur, ferviente nazi.
http://www.apologetica.org/pioxii/pioxii-goldhagen.htm
http://www1.yadvashem.org/education/entries/spanish/70.asp

El caso de Croacia fue realmente terrible; fue un estado formado tras la derrota de Yugoslavia, a principios de la Segunda Guerra Mundial y fue gobernado por la Ustashe, concretamente por Ante Palevic, el fundador de este movimiento; los ustashi exterminaron a por lo menos 200.000 personas entre judíos, serbios y gitanos a partir de 1941. El Dr. Jozef Tiso, jefe de estado de Eslovaquia y sacerdote católico, cooperó activamente con los alemanes al igual que muchos otros sacerdotes católicos en aquel estado.
http://www.elholocausto.net/parte01/0123.htm

Muchos altos oficiales de la Iglesia fueron juzgados y condenados por crímenes de guerra. Entre ellos podemos contar al Padre Dragutin Kamber, quien ordenó la matanza de casi 300 serbios ortodoxos, "el verdugo de los serbios", el Obispo Ivan Saric de Sarajevo y el Obispo Gregory Rozman de Eslovenia, buscado como colaborador Nazi. En un juicio en el año 1946 resultaron convictos media docena de sacerdotes Ustasha, entre ellos el Fraile Franciscano Miroslav Filipovic Majstorovic, comandante del campo de concentración donde los Ustashas torturaron y asesinaron a cientos de miles con una brutalidad que hasta los Nazis se espantaban y del que ya he dado referencias al señalar como se le llamaba.
http://www.nizkor.org/hweb/imt/tgmwc/

Algo similar se puede decir de Slovaquia, cuyo presidente era una sacerdote católico, Jozef Tiso, y el primer ministro también era profundamente religioso; aplicaron una serie de medidas antisemitas basadas principalmente en la intolerancia religiosa y cultural, y en primera línea para manifestar tal intolerancia se encontraba la guardia Hlinka, que eran similares a los ustashi croatas. Se aplicaron las leyes nazis raciales y cuando los alemanes pidieron trabajadores forzosos, las autoridades les ofrecieron 20.000 judíos con sus familias. Pero a principios de 1942 surgieron problemas, ya que los nazis no querían aceptar a nadie que no pudiera trabajar, por lo que el gobierno slovaco decidió pagar a los nazis por cada judío con su familia que se llevaran, concretamente 500 RM, argumentando que no era cristiano separar a las familias. El destino era Auschwitz, aunque claro que el gobierno slovaco no conocía las condiciones en las que se encontrarían los trabajadores. Las deportaciones pararon por las presiones recibidas desde el Vaticano.
http://video.google.es/videoplay?docid=-4598365252414477446&q=source:017781567333734583724&hl=es

Todo esto es un capítulo que nos debe avergonzar a todos los católicos, pero no por ello se debe callar.

Desde 1939 hasta el fin del conflicto en 1945, la atención de Pío XII se dirigió hacia el logro de los siguientes fines:

Ø Atenuar los dolores y horrores de la guerra.
Ø Obtener la suspensión de los bombardeos contra las poblaciones civiles.
Ø Comunicar noticias sobre la suerte de combatientes y civiles.
Ø Asistir material y moralmente a quienes estaban sin techo y sin medios de subsistencia.
Ø Salvar innumerables víctimas de la guerra, entre las cuales había centenares de millares de judíos.
Ø Vigilar para aprovechar cualquier ocasión propicia para abreviar o componer el conflicto.
Ø Oponerse a la llamada “rendición incondicionada”.

Se puede señalar que Pío XII hizo todo lo posible para evitar la guerra; sus llamadas a la paz fueron constantes y durante la guerra, procuró que esta fuera lo más humana posible, ya que las rivalidades ideológicas convirtieron a esta guerra en particular, en algo atroz. De todas formas, visto lo que hicieron los nazis con millones de personas inocentes, cabe preguntarse si es deseable una paz a cualquier precio.

De todas formas existe un dato anecdótico que nos puede ayudar a ver cual era la posición de Pío XII respecto a Hitler y el nazismo. Gumpel desvela el testimonio de Sor Pascualina, de que «el cardenal alemán Michael von Faulhaber y otros obispos estaban persuadidos de que Hitler estaba endemoniado, así que alertaron al Santo Padre, y éste, cuando se empezó la guerra, no sólo hizo oraciones, sino que recurrió al exorcismo sobre Hitler en su Capilla privada, presentes nosotras, las religiosas». Ya sé que un dato así quizás no tenga cabida en una materia como es la historia, pero creo que puede ser de ayuda para comprender actitudes.
http://apologetica.org/pioxii/pioxii-hitler-exorcismo.htm

Bueno, pues la receta de hoy es otro plato típico de Alemania; como ya he dicho en los comentarios del post anterior, he modificado la receta original que, sin embargo, os daré al final de la modificada. La original es mucho más simple, pero a mi juicio queda bastante insípida.


ALBÓNDIGAS KÖNIGSBERG (Modificada). (Foto casera. Pulsar sobre ella para ampliar).

Ingredientes (para 4 personas): 250 gr. ternera picada, 250 gr. cerdo picado, 10 anchoas, 3 dientes de ajo, perejil picado, 2 huevos, 3 cucharadas pan rallado, 1 cucharada vino blanco, pimienta blanca molida, nuez moscada, 750-800 c.c. caldo de pollo, harina, ½ cebolla, 100 grs. alcaparras, 1 cucharadita de mostaza de Dijon, 250 ml nata líquida, sal, mantequilla, aceite.

Se mezclan las dos carnes en un bol y se añaden los tres dientes de ajos machacados, el perejil picado, el vino blanco y se deja reposar ¼ de hora; pasado este tiempo, se continúa añadiendo las anchoas picadas, el pan rallado, la nata líquida (unos 100 ml o algo menos) y los huevos batidos, además de pimienta blanca y una pizca de sal (cuidado que lleva las anchoas). Se mezcla todo muy bien; en una sartén se pone aceite a calentar y se fríen ligeramente las albóndigas que antes hemos dado forma de bolas ayudándonos con harina (en las palmas de las manos). Se sacan y se deja un poco de aceite en la sartén a la que añadimos un poco de mantequilla, entonces se echa la ½ cebolla picada y cuando ya está blandita 2-3 cucharadas de harina; removemos bien para que no se pegue y vamos echando caldo de pollo o gallina, añadimos las alcaparras picadas y la mostaza; le damos unas vueltas y que todo quede bien integrado y sin grumos (se puede pasar la batidora para asegurarse), entonces echamos con cuidado las albóndigas y dejamos cocer a fuego muy lento (cuidado que se puede agarrar) durante 10 minutos. Pasado este tiempo, las sacamos y en la salsa añadimos el resto de la nata líquida, una pizca de nuez moscada, pimienta blanca molida y sal, y continuamos removiendo hasta que espese; volvemos a poner en la salsa las albóndigas para que se calienten y ya se puede servir.

RECETA ORIGINAL.

Ingredientes (para 4 personas): 500 gr. ternera blanca picada, 4 rebanadas de pan de molde sin corteza, 10 anchoas, 100 gr. de alcaparras, 500 ml. nata líquida, 50 gr. mantequilla, 60 gr. harina, 1 cucharadita de mostaza de Dijon, 4 hojas de laurel, 2 clavos, sal, pimienta.

Se pasan la carne, las anchoas, y las rebanadas de pan remojadas en leche y escurridas por la picadora. Se traslada la mezcla a un recipiente, se salpimienta y se mezcla con la mitad de la nata. Se forman bolas de tamaño medio, que se reservan en un lugar fresco. Seguidamente, se lleva una olla a fuego vivo con dos litros de agua, el laurel, los clavos y un puñado de sal. Cuando el agua empiece a hervir, se echan las albóndigas y se deja hasta que el agua rompa a hervir de nuevo. Se baja entonces el fuego y se dejan 10 minutos. Mientras, se funde la mantequilla en un cazo, se mezcla con una cucharada de harina y se le va añadiendo agua de cocer las albóndigas y el resto de la nata hasta quedar una salsa cremosa. Se pican las alcaparras y se incorpora a la salsa junto con la mostaza. Finalmente, se escurren las albóndigas y se sirven cubiertas de salsa. Como guarnición, se puede emplear arroz blanco o ensalada de remolacha.

miércoles, septiembre 10, 2008

1933-1939.

http://es.youtube.com/watch?v=LNMVMNmrqJE&feature=related


Famosa escena de la película Cabaret.

2. DESDE 1933 HASTA EL COMIENZO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1933-1939).

Nos encontramos en una época realmente compleja, en la que se dan el triunfo de los totalitarismos tanto de derechas como de izquierdas; tales ideologías compartían, tanto las unas como las otras, el más profundo desprecio por el individuo, por la persona y sus derechos, todas ellas se remitían a universales carentes de humanidad. El proletariado, en las dictaduras de izquierdas, la patria, nación, lengua e incluso sangre y raza, en las de derechas, movían a unas masas enfervorecidas. Por otra parte, las democracias se encontraban muy desprestigiadas y, ante la situación de profunda crisis económica originada tras el crack de la bolsa de Nueva York, en el año 29, las gentes, en su mayoría, no vacilaron en arrojarse en los brazos de los totalitarismos como tabla de salvación. De todas formas, también se debe añadir que las corrientes de pensamiento contribuyeron no poco a la deshumanización de Occidente.

Todo esto y más se dan cita en la situación en la que se encontraba Alemania. Tras perder la Primera Guerra Mundial, los vencedores impusieron a Alemania, en el Tratado de Versalles, unas condiciones que para los alemanes resultaron humillantes, además la crisis económica fue especialmente severa en este país, alcanzándose unas tasas de desempleo realmente alarmantes; por otra parte el gobierno democrático demostró su ineficacia. Hitler prometía trabajo para todos y la recuperación del orgullo nacional, y los alemanes le siguieron en masa.

Cuando Hitler se convirtió en canciller de Alemania, el 30 de enero de 1933 y alcanzó la mayoría parlamentaria en marzo de ese mismo año, se inició por parte del anterior un acercamiento a los católicos de la mano del vicecanciller católico Von Papen, solicitando un concordato con la Santa Sede y aunque el episcopado alemán revocó en una pastoral conjunta la condena del nazismo, exceptuando algunos puntos, continuaron los actos violentos contra los católicos y la aprobación el 30 de marzo y el 7 de abril, de las leyes raciales. El problema en la Santa Sede era de difícil solución, ya que pese a que los actos y leyes del nazismo eran inhumanos, un rechazo de un concordato hubiera supuesto un mayor endurecimiento por parte del nazismo.

El 20 de agosto de 1933 se firma el Concordato entre el Vaticano y Hitler. La intención del primero sería proteger a los católicos de Alemania, mientras que la del segundo fue la de obtener una cierta respetabilidad ante el mundo; es decir, por parte de la Santa Sede se trataría de una actitud defensiva, así se dijo posteriormente en la Encíclica “Mit Brennender Sorge” y al final de la guerra, en los juicios de Nuremberg:
http://www.nizkor.org/hweb/imt/tgmwc/tgmwc-04/tgmwc-04-28-10-sp.html

Si analizamos el Concordato se llega a esta conclusión:
http://webs.advance.com.ar/pfernando/DocsIglCont/ConcordatoIIIReich.htm

sin embargo no fue respetado por Hitler; casi de inmediato comenzó la persecución a las diferentes iglesias, ya que el 25 de julio se dio a conocer la ley de esterilización, ante la cuál protestaron todas ellas; esta ley entró en vigor el 1 de enero de 1934 y aunque la Iglesia se opuso enérgicamente, fue el cardenal Clemens August von Galen, que es recordado como el “León de Münster” por su valentía, el que el 29 de enero de 1934, protestó públicamente por la ley de esterilización:
http://www.conoze.com/doc.php?doc=3978

La esterilización de deficientes y otras personas con discapacidades no era nueva en occidente; de hecho en esa época era una teoría bastante popular y no resultaba mal vista, por esa razón Pío XI había publicado el 30 de enero de 1930 la Encíclica “Casti connubi” en la que se condena la esterilización y el control de nacimientos:
http://www.vatican.va/holy_father/pius_xi/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_31121930_casti-connubii_sp.html

Es también a principios de 1934, cuando se dio permiso a las juventudes hitlerianas para que hostigaran a miembros de grupos juveniles católicos por toda Alemania y en la “Noche de los cuchillo largo” se ejecutó a dirigentes de las juventudes católicas; todo lo anterior junto con el asesinato del canciller austriaco Dollfuss, fue más que elocuente.

Así mismo, es en éste año cuando la Iglesia pone en el Índice de libros prohibidos las obra de Alfred Rosenberg, “El mito del siglo XX”. Rosenberg era el máximo teórico del nazismo, perteneciente a la Sociedad Thule; defendía la teoría de la sangre y la raza y su obra fue, junto con el “Mein Kampf” de Hitler, la lectura más extendida entre los miembros del cuerpo de elite de la SS, sobre el que ejerció una gran influencia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad_Thule

Desde la firma del Concordato hasta finales de 1934, los nazis atacaron a la Iglesia de diferentes maneras, mediante:

Ø La libertad de las asociaciones.
Ø El monopolio de la educación por parte del partido.
Ø La parálisis de la prensa católica.
Ø La destitución de profesores católicos.
Ø Ingerencias en los seminarios.
Ø Difusión en las escuelas y en los campos nazis de tesis fuertemente anticristianas, inspiradas en la doctrina de Rosenberg.

A partir de 1935, después del plebiscito sobre la cuenca del Saar, se desencadenó la campaña contra el clero y contra las asociaciones católicas. Lo que el gobierno nazi hizo fue lo siguiente:

Ø Mantuvo e intensificó una constante acción dirigida a controlar el culto, la actividad de la Iglesia y la vida de los fieles.
Ø Cerró más de quince mil escuelas confesionales.
Ø Limitó y controló la enseñanza religiosa; disolvió las asociaciones religiosas.
Ø Obligó en 1936 a toda la juventud a inscribirse en la Hitlerjugend.
Ø Controló severamente la predicación de los sacerdotes.
Ø Subyugó a la prensa católica.
Ø Puso muchas restricciones a todas las manifestaciones católicas.
Ø Intensificó la propaganda de la ideología de Rosenberg.
Ø Montó procesos escandalosos y artificiales contra el clero.

La ideología de Rosenberg, expuesta en su obra “El mito del siglo XX”, era el nuevo credo en el que se quería educar a la juventud. Se puede descargar y leer en el siguiente enlace que aparece al final del párrafo. Consideraba Rosenberg que la figura de Jesús había sido falseada por san Pablo, quien, a pesar de su conversión al cristianismo, había sido desde siempre un representante de los intereses judíos. Tomando como fuente a san Efrén (siglo IV), afirma que Jesús fue hijo de madre siria y padre romano. Asimismo, sostenía que la cruz cristiana había sido un viejo símbolo germánico; es decir, que Jesús era ario.
http://www.zshare.net/download/17292615ce1642/

El 14 de abril de 1937, sale la Encíclica “Mit Brennender Sorge”. Para empezar, llama la atención que fuera escrita en alemán. En ella, el Papa recordaba el concordato y las reiteradas violaciones del mismo por parte de los nazis; de hecho, se debe señalar que desde la firma del anterior hasta 1937 el Vaticano mandó más de cincuenta notas diplomáticas protestando. Además, previno a los alemanes contra la desviación de conceptos religiosos fundamentales y recordaba cuál es la genuina fe en Dios, en Jesucristo y la Iglesia, frente al panteísmo y la divinización de la raza, del pueblo o del Estado.
http://www.vatican.va/holy_father/pius_xi/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_14031937_mit-brennender-sorge_sp.html

Denunció igualmente el intento de adoctrinamiento moral de los jóvenes por parte del régimen nazi y condenó el culto de la personalidad, el racismo, el darvinismo social y la persecución de las minorías nacionales, étnicas y religiosas, así como la esterilización de minusválidos y de razas consideradas “inferiores”.

http://www.corazones.org/doc/mit_brennender_sorge.htm

Esta encíclica se debió a la petición por parte de la Iglesia alemana de un mensaje enérgico por parte de la Santa Sede; fue escrita por el cardenal Faulhaber, arzobispo de Munich y revisada por el cardenal Pacelli. Entró y se distribuyó clandestinamente en Alemania y fue leída en todas las iglesias.
http://www.archimadrid.es/princi/princip/otros/docum/revhis/laconde.htm

La reacción no se hizo esperar y así, durante tres semanas, fueron condenados 103 católicos; en mayo 1100 personas, entre sacerdotes y religiosos, fueron llevados a prisión y en 1938, 304 sacerdotes fueron confinados en Dachau, el campo de concentración al que iban destinados los cristianos de cualquier rama. Las organizaciones católicas y la escuela confesional fue suprimida en 1939.
http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_de_concentraci%C3%B3n_de_Dachau

En marzo de 1938 Hitler invade Austria. Cuando Hitler -austriaco de nacimiento- llegó a Viena, se entrevistó con el cardenal Innitzer. Creyendo que era bien acogido, emitió unas directrices en las que pedía que se acogiera la anexión con buena voluntad, e incluía, como se lo habla pedido el Führer, el que las organizaciones juveniles se prepararan para incorporarse a las del Reich alemán. Pocos dias después encabezaba una declaración del episcopado austriaco en la que se daba la bienvenida y se ensalzaba al nacionalsocialismo alemán. Enseguida vio Innitzer que se habían rebasado los limites de la prudencia, y añadió una nota aclaratoria en la que se decía que todo lo anterior estaba condicionado a que se garantizaran los derechos de Dios y de la Iglesia. Como era de suponer, la propaganda nazi aireó la declaración, pero omitiendo toda referencia a esta última nota.
Este comportamiento fue muy mal recibido en Roma, máxime cuando incluía esa imprudente declaración sobre las organizaciones juveniles católicas. Innitzer fue inmediatamente llamado a Roma. Allí le esperaba Pacelli, con quien mantuvo una tensa conversación. Como resultado, L'Osservatore Romano publicaba el 7 de abril una declaración de Innitzer, que venía a ser una rectificación de lo anterior, en la que reivindicaba los derechos establecidos en el concordato austriaco, la independencia de las organizaciones juveniles católicas y los derechos de los fieles cristianos. Sólo entonces recibía Pío XI al cardenal austriaco; hasta entonces no había querido hacerlo. La respuesta fue que el palacio arzobispal de Innitzer fue asaltado y arrasado por las "hitler-Jugend", las juventudes hitlerianas.

En mayo de 1938, Hitler visitó Roma y Pío XI se ausentó recluyéndose en Castelgandolfo, para protestar de que en Roma se alzase otra cruz que no fuera la cristiana, según explicó L´Obsservatores Romano. Siguieron las protestas contra el fascismo por hermanarse con el nazismo en cuanto a las leyes raciales se refiere. Así el 6 de septiembre de 1938, el Papa pronunció la siguiente frase:
“En Cristo somos todos descendientes de Abraham. El antisemitismo para un cristiano es inadmisible: espiritualmente todos somos semitas”.

Pero los actos contra los judíos continuaron y se intensificaron, hasta tal punto que Pío XI llegó a pensar en una nueva encíclica contra el racismo, pero murió el 10 de febrero de 1939, y eso lo paró todo.

El 2 de marzo de 1939, el cardenal Eugenio Pacelli es elegido Papa, tomando el nombre de Pío XII. Desde su nombramiento hasta el estallido de la guerra, Pío XII hizo todo lo posible para evitar que las naciones entraran en conflicto armado, intentando mediar entre ellas para alcanzar una solución pacífica.

Bueno, pues la receta de hoy es típica de Alemania, o al menos eso dice el libro de cocina alemana (todas las de éste país están sacadas del mismo libro). Pese a su simplicidad, me sorprendió lo ligero y suave que es éste plato; la verdad es que me gustó.

ENSALADA DE PATATAS CON BEICON. (Foto casera. Pulsar para ampliar).

Ingredientes (para 4 personas): 1 kg. patatas, 200 gr. beicon, 1 cebolla mediana, perejil, aceite, sal, pimienta blanca molida, vinagre.

Se pone agua en una cazuela y cuando esta hirviendo se echan las patatas con piel y un poco de sal. Es importante no pelarlas. Cuando ya están (unos 35 minutos si son pequeñas), se dejan enfriar, se pelan y se cortan en rodajas como de un centímetro. A continuación, se pica la cebolla muy menuda y el beicon se corta en tiras; se fríe en la sartén con un poco de aceite. Una vez que ya está, se retira y reserva. En una ensaladera, se mezclan las patatas, el beicon y la cebolla, se aderezan con sal, pimienta blanca, vinagre y el aceite con el de freír el beicon y se espolvorea con el perejil picado. Se reserva en la nevera hasta el momento de servir.

sábado, septiembre 06, 2008

RELACIONES III REICH E IGLESIA

http://es.youtube.com/watch?v=duSL3y2LASI&feature=related

Música: Mahler. 5ª Sinfonía, Adagietto.

1. INTRODUCCIÓN.

Uno de los temas que personalmente más me han preocupado es la actuación de la Iglesia durante el periodo de la dictadura nazi, aunque debo de reconocer que mi interés se extiende a todo aquello que se refiera a este tiempo de la historia contemporánea.

“Sacerdote y Rabino”. Obra del artista David Olère, superviviente de Auschwitz. 162x131 cm, A Living Memorial to the Holocaust, New York.
http://isurvived.org/Frameset4References-3/-DavidOlere-ShoahPainting.html

1.1. A LA BUSQUEDA DE LA VERDAD:

*) La Leyenda Negra.

Hoy en día la imagen que se tiene de Pío XII es la de un Papa que no hizo lo que debía para evitar el exterminio de los judíos y que habría guardado silencio ante el asesinato de millones de seres humanos traicionando, de ésta manera, lo que se supone debe hacer quién es considerado el representante de Cristo en la tierra. Se le acusa de debilidad, de ser un pusilánime que por cálculo político calló ante las atrocidades que perpetraron los nazis, además de ser “un filoalemán que amaba Alemania sin hacer distinciones entre la Alemania clásica y la nazi”.

Por otra parte, se acusa a la Iglesia de preparar el terrero al Holocausto debido a su larga historia de antijudaísmo; esa historia de odios e incomprensiones ha sido reconocida.

Sin embargo, cuando Pío XII murió, las opiniones fueron diferentes. La misma Golda Meir, ministra de Asuntos Exteriores de Israel, declaró lo siguiente:

“Compartimos el dolor de la humanidad por la muerte de Su Santidad Pío XII. En una generación afligida por guerras y discordias, él ha afirmado los altísimos ideales de la paz y de la piedad...”.

¿Qué es lo que ha pasado para que se cambie tanto de opinión?.

Una de las mejores maneras para conocer como fueron los hechos es ir a las fuentes originales; es decir, documentos auténticos y testimonios directos. Así lo entendió Pablo VI que en 1964 autorizó la publicación de los anteriores y que constituyen un material recogido en 12 volúmenes y publicados entre los años 1965-1982, llevando por título “Documents du Saint-Siége relatifs á la Seconde Guerre Mondiale”. Para el gran público, Pierre Blet publicó un volumen llamado “Pie XII et la Seconde Guerre Mondiale d´après les archives du Vatican”.

Por otra parte, recientemente se ha sabido que toda esa campaña de difamación se creó en la extinta Unión Soviética para desprestigiar a la Iglesia Católica ; claro que en esto, y siguiendo a Gumpel, hacen falta más datos y, sobre todo, documentos. Pero es muy probable que ocurriera así, pues de hecho, el autor de la obra teatral, el Vicario, era un antiguo nazi convertido al comunismo. Aquí tenéis el link:
http://www.zenit.org/article-22825?l=spanish

De todas formas, como ya he señalado anteriormente, lo mejor es ir a los hechos y documentos.

Intentaré abarcar el período de tiempo que va del año 1933 al 1947, dividiéndolo en tres bloques:

1º Desde 1933 hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial (1933-1939).
2º La Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
3º La Postguerra (1945- 1947).

No me engaño de que es realmente difícil dar una visión resumida de una época tan conflictiva, de todas formas, trataré de hacerlo, aunque tendré que dejar bastantes cosas fuera, como es el caso del partido político católico de Alemania y otras cosas.

He procurado utilizar todos los medios que he tenido a mi alcance, tanto bibliográficos, documentales, como los que se encuentran en Internet y sintetizar lo más posible. No he podido ponerlos todos, ya que si lo hiciera así la bibliografía resultaría más larga que el trabajo propiamente dicho, pero entre los que no se encuentran aquí citados, estarían los monográficos sobre el Holocausto, documentales de TV que tengo grabados e incluso obras autobiográficas de supervivientes, así como la colección sobre este tema de la editorial Grijalbo para el “Círculo de Amigos de la Historia”.

Bueno, pues como el post de hoy es simplemente una introducción, como plato os pondré un entrante que he sacado de un libro de cocina alemana. Es muy sencillo de hacer y la verdad es que aquí nos gustó mucho.

CAMEMBERT FRITO CON ARÁNDANOS ROJOS. (Foto casera. Pulsar para ampliar).

Ingredientes (para 4 personas): 4 porciones de queso Camembert, harina, 1 huevo, pan rallado, mermelada de arándanos rojos.

Se bate el huevos y se pasa el queso por harina, huevo batido y pan rallado (yo prefiero el que es un poco grueso). En una sartén se calienta bien el aceite y entonces se fríen las porciones, sin dejar que se doren demasiado y cuidando de que no se rompan. Se pasan a papel de cocina para quitar el exceso de grasa y se sirven junto con la mermelada de arándanos, que irá en salsera aparte.

P.D. La combinación de queso y mermelada hoy está bastante extendida; una que suelo hacer es la siguiente: tosta de pan, rebanada un poco gruesa de queso de cabra (de rulo), horno hasta que empieza a deshacerse el queso y mermelada de fresa.