LA GRIPE DEL 18
http://www.youtube.com/watch?v=3yh2InVsFag
Chopin; "Marcha Fúnebre".
“I had a little bird
And its name was Enza
I opened the window
And in-flew-Enza”.
Canción que las niñas cantaban mientras jugaban a la comba.
Hace muchísimo tiempo que quería saber más sobre el tema de la Gripe del 18, pero os puedo asegurar que no encontraba nada de nada que informara extensamente sobre ello. Ha sido a raíz de todo lo que se organizó en el año 2005-6 a cuento de la gripe aviar que han comenzado las informaciones, por lo menos para los profanos en medicina, sobre este tema. Ya ha pasado tiempo, y además de que ahora existe información sobre la Gripe del 18 asequible para los que no somos médicos, ya no existe peligro de alarmismo, así que el post de hoy va dedicado a este tema.
El virus de la gripe de 1918, llamado Influenza y también conocido popularmente como Gripe Española, Dama Española, la Muerte Púrpura o la Peste Púrpura, es uno de los virus más letales que ha conocido la historia de la humanidad. Contaminó a la mitad de la población mundial, extendiéndose por todo el globo; entre 50 y 100 millones de personas murieron y 1000 millones la padecieron; solo en USA murieron 675000 personas, más víctimas que en la Primera y la Segunda Guerras Mundial, la guerra de Corea y la del Vietnam juntas. Afectó a todas las edades, clases y naciones, pero la pregunta es ¿por qué sigue sin considerarse una de las mayores catástrofes del siglo XX, cuando fue peor que la Peste Negra o que la viruela?.
De esta especie de olvido es responsable la Gran Guerra y sus entre 10 y 12 millones de muertos que aplastó el interés por la pandemia, pese a que ésta, sin embargo, se llevó por delante de 4 a 8 veces más gente. Fue en la Primera Guerra Mundial cuando se inventó el asesinato en masa, y obligó a la medicina a avanzar, la cual se enfrentaba desde siempre al enemigo tradicional de los ejércitos: la enfermedad. Aquí os dejo lo señalado por el doctor Luis Ignacio Amorós sobre este tema de la guerra y la enfermedad:
"Las enfermedades han matado más soldados que el fuego enemigo en las guerras hasta la generalización de la asepsia, y sobre todo hasta la aparición de los antibióticos. Es curioso constatar como fue el perfeccionamiento de las armas de fuego (fusiles y artillería) en los siglos XVIII y XIX, al modificar la guerra más o menos ágil y rápida previa, sustituyéndola por frentes estáticos en trincheras insalubres, la que provocó más enfermedades, por las pésimas condiciones higiénicas en que vivían los soldados (humedad, frío, comida en malas condiciones, etc). En España tenemos el ejemplo de la guerra de Cuba, donde casi el 80% de las bajas (muertos y enfermos con secuelas) de los españoles lo fueron por la malaria, la fiebre amarilla o el dengue. Comprando mosquiteras para todos los soldados y con una buena alimentación se hubiesen evitado la mayoría".
Ahora, por primera vez, la guerra en sí, es decir los combates, mataba más que las enfermedades que solían acompañarla, así por ejemplo el tifus y el cólera estaban dominados. Desde el inicio del conflicto, los servicios médicos continuamente informaban de la situación; estaban atentos a enfermedades que se consideraban letales, pero de la gripe de siempre nadie hizo caso; algo que se consideraba un resfriado un poco fuerte, no estaba sometido a vigilancia o a control. La gripe, como tradicionalmente se la conocía, no preocupaba a nadie.
"Las enfermedades han matado más soldados que el fuego enemigo en las guerras hasta la generalización de la asepsia, y sobre todo hasta la aparición de los antibióticos. Es curioso constatar como fue el perfeccionamiento de las armas de fuego (fusiles y artillería) en los siglos XVIII y XIX, al modificar la guerra más o menos ágil y rápida previa, sustituyéndola por frentes estáticos en trincheras insalubres, la que provocó más enfermedades, por las pésimas condiciones higiénicas en que vivían los soldados (humedad, frío, comida en malas condiciones, etc). En España tenemos el ejemplo de la guerra de Cuba, donde casi el 80% de las bajas (muertos y enfermos con secuelas) de los españoles lo fueron por la malaria, la fiebre amarilla o el dengue. Comprando mosquiteras para todos los soldados y con una buena alimentación se hubiesen evitado la mayoría".
Ahora, por primera vez, la guerra en sí, es decir los combates, mataba más que las enfermedades que solían acompañarla, así por ejemplo el tifus y el cólera estaban dominados. Desde el inicio del conflicto, los servicios médicos continuamente informaban de la situación; estaban atentos a enfermedades que se consideraban letales, pero de la gripe de siempre nadie hizo caso; algo que se consideraba un resfriado un poco fuerte, no estaba sometido a vigilancia o a control. La gripe, como tradicionalmente se la conocía, no preocupaba a nadie.
ORIGEN
Respecto a su origen, existen varias hipótesis. La más aceptada entre los investigadores es la que la sitúa en USA; uno de los primeros casos conocidos surge el 11 de marzo de 1918 en la base militar Fort Riley, Kansas. El hacinamiento y la falta de higiene facilitaron el desarrollo de la enfermedad y así en una semana el número de ingresos en el hospital del campo se elevó a 522. Poco después el ejército informó de otros brotes en Virginia, Carolina del Sur, Georgia, Florida, Alabama y California a la vez que también lo hacían los buques de la Marina, pero al menos en USA parecía que la Influenza atacaba a los militares y no a los civiles. En mayo de 1818 pareció que el virus comenzaba a ceder, sin embargo muchos incubaron la enfermedad en su viaje a Europa, y cuando llegaron a Francia, esta explotó y atacó a todos por igual. “Bronquitis purulenta según los franceses, “Fiebre de las moscas de arena” según los italianos, “Fiebre de Flandes” según los alemanes o “Muerte Púrpura” según los americanos, era lo mismo para todos.
Otra hipótesis señala que aunque fue en USA donde se describió por primera vez, eso no implica que venga de allí. Por lo visto, existen muchas pruebas de que también estaba presente en otros sitios como Europa y China. Se cree que su origen es anterior a 1918, y en cuanto al lugar, pudo surgir en muchos sitios, por lo que es necesario buscar lugares receptivos de aves migratorias donde también existieran aves domésticas y que fuera un lugar muy habitado. Todas estas condiciones las reunía el campamento británico de Étaples en el frente occidental francés a mediados de 1916.
Para alimentar a las tropas, el ejército británico había introducido pollos, patos, ocas y todo tipo de aves domésticas, además era un lugar de paso de aves migratorias, de patos y cisnes que iban de Siberia a Sudáfrica.
Y otra más señala al Tibet como lugar de origen de esta pandemia.
Pero lo que no se puede negar es que la guerra proporcionó las condiciones adecuadas para que surgiera la pandemia.
Por aquel entonces la gripe era aún una desconocida y no existía vacuna; ninguna manera para combatirla tenía éxito, y aunque se ponía en cuarentena a los enfermos, nada de nada daba resultado. Si bien todos los ejércitos seguían atentamente esta cuestión, sin embargo y debido a que la información sanitaria siempre ha sido considerada como muy sensible, existía la más férrea censura y, de hecho, el ejército y las autoridades sanitarias se comunicaban en clave. La gripe tenía como denominación “enfermedad 11” y la idea era que no se difundiera por la población. La población civil se vio gravemente afectada y abandonada por los servicios sanitarios; además es que ni siquiera se hablaba de epidemia, nada de nada, la censura era absoluta en los países beligerantes y, pese al nombre de Gripe Española, los investigadores están seguros que no empezó aquí, pero como ellos mismos señalan, era muy cómodo tener un “chivo expiatorio”. Los países en guerra eran responsables de una terrible carnicería y así culparon a otro país, por supuesto neutral, que alertaba al mundo de una auténtica plaga. Fue España el único país en el que la prensa y las autoridades hablaban claramente de lo que pasaba, dando cifras, datos, alertando, ofreciendo información, tomando medidas de protección para la población, etc. Esto no lo perdonaron los países en guerra, y de ahí el nombrecito de “Gripe Española”. España, ofendida por el epíteto, acusó a Francia diciendo que la enfermedad había venido de sus campos de batalla, pero el nombre erróneo ha perdurado hasta nuestros días.
FASES
Se habla de tres fases en esta pandemia:
1ª.- De Marzo a Junio de 1918.
2ª.- Desde finales de Octubre de 1918 hasta Marzo de 1919.
3ª.- Desde Marzo de 1919 a Junio de 1920.
1ª.- De Marzo a Junio de 1918. Durante esta primera fase, la gripe no parece tan virulenta, pero golpea con fuerza y rápidamente se extiende desde finales de Abril. Al principio mata poco pero debilita enormemente y además llega acompañada de complicaciones pulmonares: neumonías, bronconeumonías, etc… A partir de ahora la guerra se tendría que organizar en torno a la gripe. Los expertos creen que la guerra contribuyó al surgimiento de la gripe, que ambas, guerra y gripe, estaban estrechamente relacionadas.
Entre Junio y Julio afecta gravemente al ejército francés y pone de rodillas a las tropas de USA y a las fuerzas del ejército británico. Tanto en la retaguardia como en el frente, miles de soldados están enfermos. También los alemanes quedaron afectados entre Marzo y Abril de 1918; en Julio de 1918 el ejército alemán se ve literalmente asolado por la gripe; unos 700000 hombres quedaron incapacitados para combatir y fueron evacuados. El general Ludendorff declaró a la gripe responsable del fracaso de su última ofensiva, pero aunque seguramente el fracaso no se debió a eso, lo que dice es muy importante pues es la prueba de que la gripe ya no era una enfermedad anodina.
En el verano de 1918 toda Europa tiene gripe, y algunas poblaciones llegan a quedar deshabitadas, y el virus muta…
2ª.- Desde finales de Octubre de 1918 hasta Marzo de 1919, y 3ª.- Desde Marzo de 1919 a Junio de 1920. El virus ha pasado a ser totalmente devastador; provoca sensación de ahogo y gran agotamiento; el momento crucial era cuando a los dos días de tener los síntomas se presentaba una cianosis o no; si esto ocurría, el enfermo moría irremediablemente. Con la cianosis la cara se vuelve de color rosa-azulado por la falta de oxígeno; algunos se volvían tan oscuros, casi negros, que entre las poblaciones comenzaron a circular rumores de que si se trataba de la Peste Negra. Eran unos síntomas horrorosos, pues a veces morían sangrando por la boca, nariz e incluso ojos. Gran parte de los infectados morían de pleuresía purulenta, neumonía y bronconeumonía.
Los que más posibilidades tenían de fallecer eran los hombres jóvenes de entre 15 a 40 años, la razón es que el sistema inmunológico de los jóvenes no respondía adecuadamente. Por otra parte, también afectaba al sistema nervioso; lo debilitaba y causaba un daño considerable (hoy se sabe que la gripe puede provocar problemas neurológicos). Se hacen eco de oleadas de suicidios, depresiones, crisis de delirios, histerias, comportamientos violentos o apáticos.
POBLACIÓN CIVIL.
Fueron la segunda y tercera oleada las que afectaron a la población civil. Como ya se ha señalado, los civiles estaban dejados a su suerte y los médicos que no habían sido llamados a filas, no se daban cuenta de lo terrible del problema, de la agresividad y amplitud de la plaga. Suiza (país neutral) es un ejemplo de la desesperación social, nada funciona, no se podían reunir más de cinco personas, los médicos morían de la enfermedad, nadie reaccionaba y se creó una gran hipocresía pues no se sabía quién podía ser portador de la enfermedad. A partir de Octubre todo el mundo lleva máscara pues había miedo a respirar. Millares de muertos se amontonaban en depósitos de cadáveres provisionales o se echaban en fosas comunes. Nadie estaba preparado para esto y la verdad es que hicieron lo que pudieron, aunque no fue suficiente.
La censura duró hasta el once de Noviembre de 1918 y aunque la guerra acabó, no lo hizo la enfermedad que continuó haciendo estragos, hasta que en 1920 desaparece.
ESPAÑA
Como ya he indicado, España al ser un país neutral, no estaba sujeta a censura, así que la prensa pudo informar ampliamente y con total libertad.
Si vamos a las hemerotecas de los diferentes periódicos podemos leer los partes que se daban de muertos y enfermos. Aquí dejo algunos ejemplos:
Se puede ir directamente al periódico y consultar en la hemeroteca del mismo; La Vanguardia también cuenta con hemeroteca, y parece ser que tenía una sección fija llamada “La epidemia reinante”, pero yo no he tenido acceso a ello.
Oficialmente se estimó que el número de fallecidos debido a la gripe era de 169000 personas, pero los autores de un estudio que se ha realizado recientemente en el Hospital Clínico de Barcelona lo sitúan en 260000, es decir, el 1,5% de la población total de España siendo los meses de septiembre a noviembre los más agudos (el 75% de los casos), lo cual provocó que el crecimiento demográfico en ese año fuera negativo, cosa que solo volvería a ocurrir en 1936. Por ejemplo, en Barcelona fue necesario pedir la ayuda del ejército para hacerse cargo de los cadáveres: trasportarlos y enterrarlos, es decir, la tasa de defunción fue altísima.
Se piensa en la posibilidad de que la gripe llegara a España mediante el paso de trabajadores españoles y portugueses a Francia, hacia los campos que se encontraban cercanos a los campamentos militares.
Por otra parte, parece ser que hubo algunos errores, carencias, etc…como que las autoridades tardasen cinco meses en declarar la epidemia o que los servicios sanitarios se vieran desbordados, faltando médicos, hasta tal punto que se dio una movilización voluntaria de los estudiantes de medicina. Además, si bien se suspendieron muchas actividades públicas, se hizo sin ningún rigor, permitiendo que existieran otras. Esto fue lo que pasó tanto en Zamora como en otros sitios, al permitirse la celebración de actos religiosos masivos para invocar la misericordia de Dios.
Es necesario hacer notar el comportamiento ejemplar que tuvieron sacerdotes, religiosos y monjas. En Zamora existe una placa en honor de algunos de ellos en donde se da cuenta de esto que señalo:
“A D. Agustín Janbrina, S. Manuel Fernández y Sor Perfecta Teniño.
Párrocos de San Torcuato y San Lázaro y Sierva de María, condecorados con la Cruz de Beneficencia de Primera Clase por su extraordinario celo durante la epidemia gripal de 1918, la ciudad agradecida”.
Estos ejemplos se dieron por todo el país. Aquí dejo unos enlaces como muestra:
EL H1N1
Hoy en día, que se ha reconstruido la secuencia del virus a partir de muestras recogidas de cadáveres de miembros pertenecientes al pueblo Inuit fallecidos en Alaska por esta enfermedad, se sabe que tenía origen aviar. Es un virus que se transmite a un gran número de especies: humanos, caballos, perros, gatos, cerdos, aves domésticas y salvajes, etc…Se adapta a cualquier ser vivo conservando su carácter aviar. El de la gripe del 18 parece uno aviar que mutó hasta hacerse humano.
http://www.dailymotion.com/video/xd3112_gripe-espanola-1918-la-muerte-purpu_school
Gripe española (1918): La muerte purpura por raulespert
http://www.dailymotion.com/video/xdcidt_1918-gripe-espanola_school
1918: Gripe española por raulespert
Bueno, os dejo un gráfico de cómo se contagia y demás; yo creo que viene bastante bien.
Antes de continuar, quiero expresarle mi agradecimiento al doctor Luis Ignacio Amorós, que pacientemente me ha solucionado las dudas que tenía como profana en esta materia.
Muchísimas gracias por todo, Luis.
Bueno, y ya hablando de gastronomía, lo que está claro es que del 18 o de ahora, con medicamentos o sin ellos, no se puede dar una receta que ayude. Se suelen tomar calditos, eso ya lo sabemos todos, pero poco más. Según parece, la costumbre de los caldos de gallina era debido a que los caldos de carne al menos proporcionaban alguna nutición, pero hoy en día son los sueros, mucho mejores y más completos, así que a la hora de pensar alguna receta para este post me he visto "bloqueada", ya que no se me ocurre nada. Supongo que lo ideal sería ese caldo de gallina, así que os pondré la receta, pero aún no tengo foto; la pondré más adelante, en cuanto la tenga. La receta la he tomado del libro "La cocina de los Conventos" y no puede ser más suave.
CALDO CONVENTUAL DE GALLINA
INGREDIENTES: 300 gramos de gallina, 200 gramos de carne de pecho, 1 hueso de codillo, 1 cucharada de garbanzos, 1 puerro, 1 zanahoria, perejil, sal.
Se ponen en una olla con dos litros de agua hirviendo la gallina, la carne de pecho, el hueso, los garbanzos, el puerro, la zanahoria, dos ramitas de perejil y una cucharadita de sal. Cuando rompa el hervor, se espuma y se deja cocer por espacio de tres horas. Para obtener un caldo fino y sabroso, se debe hervir lentamente y sin parar.
Pasado este tiempo, se comprueba el punto de sal y se cuela el caldo, que ya estará listo para tomar solo o con cualquier clase de sopa de pan o pasta. La carne puede comerse tal y como está o preparar con ella unas croquetas, unos canelones, etcétera. Si se desea obtener un caldo de gallina distinto, puede suprimirse la carne de pecho.
CALDO CONVENTUAL DE GALLINA
INGREDIENTES: 300 gramos de gallina, 200 gramos de carne de pecho, 1 hueso de codillo, 1 cucharada de garbanzos, 1 puerro, 1 zanahoria, perejil, sal.
Se ponen en una olla con dos litros de agua hirviendo la gallina, la carne de pecho, el hueso, los garbanzos, el puerro, la zanahoria, dos ramitas de perejil y una cucharadita de sal. Cuando rompa el hervor, se espuma y se deja cocer por espacio de tres horas. Para obtener un caldo fino y sabroso, se debe hervir lentamente y sin parar.
Pasado este tiempo, se comprueba el punto de sal y se cuela el caldo, que ya estará listo para tomar solo o con cualquier clase de sopa de pan o pasta. La carne puede comerse tal y como está o preparar con ella unas croquetas, unos canelones, etcétera. Si se desea obtener un caldo de gallina distinto, puede suprimirse la carne de pecho.
Imprimir