sábado, junio 10, 2006

CRETA

Hoy nos vamos de viaje a Creta, así que lo primero es poner un poco de ambientación. Aquí tenéis la Música: La banda sonora de Zorba, el griego:

http://www.youtube.com/watch?v=dzlcxN0lxSo



Y ahora nos vamos a conocer un poco del arte minoico.

El palacio de Knosos es el mejor conocido gracias a las excavaciones realizadas por Evans en los años iniciales del siglo XX. Se considera que sería la residencia del mítico rey Minos, donde estaría el laberinto, palabra que procede de las hachas dobles - labris - que decoran las columnas y numerosas estancias. La mayoría de las dependencias estaban decoradas por pinturas al fresco, apareciendo escenas de jóvenes que saltan sobre toros, procesiones de portadores de ofrendas o figuras aisladas como la Parisina o el Príncipe de los lirios. Al igual que en la pintura egipcia, las figuras continúan apareciendo de perfil mientras los colores son planos.

La imagen que abre el post es el llamado “Fresco de los coperos” o “Coperos de Knosos” (1450 a.C.). Para verlo mejor, pinchar en:

http://ret0057t.eresmas.net/Fotos/Landscape/Paginas/grecia42.htm

Destacan en él todas las características de la pintura cretense: el cuerpo humano es siempre joven, atlético y ágil. Los hombres de cabello largo visten generalmente faldellín corto. La técnica es la del verdadero fresco, al modo del Renacimiento. Los colores son vivos, compuestos de pigmentos minerales diluidos en agua. Las tintas son planas, sin sombreados. En cuanto a su función, la mayor parte de la pintura minoica ha sido interpretada como de carácter religioso.
Para saber más y visitar el palacio de Knosos, os recomiendo éste link:

http://www.dearqueologia.com/knosos1.htm

La receta que os propongo es un plato muy típico de Grecia:



MUSSAKA DE BERENJENAS

800 grs. de berenjenas, sal, 2 cebollas, 3 tomates, ¼ l. aceite de oliva, 600 grs. carne de añojo picada, ¼ l. vino blanco seco, pimienta recién molida, una pizca de azúcar, ½ cucharadita canela molida, 1 cucharadita orégano, perejil picado, 100 grs. miga de pan, 100 grs. queso parmesano rallado, 40 grs. mantequilla, 2 cucharadas de harina, ¾ l. de leche, nuez moscada recién rallada, zumo de limón, 3 huevos, manteca o mantequilla para el molde.

Lavar las berenjenas, quitarles los pedúnculos y cortarlas a lo largo en lonchas de ½ centímetro de grosor. Cocerlas suavemente durante 20 minutos en agua con sal, sacarlas y colocarlas entre papel de cocina (también se pueden poner, la noche anterior, en lonchas en un colador o escurridera espolvoreadas con sal y dejándolas que saquen el líquido toda la noche –es para que pierdan el amargor-). Calentar el aceite y freír las berenjenas; colocar entre papel para que absorba la grasa. Picar las cebollas, pelar los tomates y cortarlos en dados pequeños (se puede sustituir por 1 dl. de tomate frito y tomate concentrado). Freír la carne picada y la cebolla, añadir los tomates, las especias (menos la nuez moscada), el azúcar, el perejil picado y el vino. Tapar y dejar cocer durante 20 minutos. Agregar la miga de pan y la mitad del queso.

Con la mantequilla, la harina y la leche hacer una bechamel no muy espesa; añadir la nuez moscada y el zumo de limón. Añadir a la salsa los dos huevos batidos con el resto del queso y mezclarlo bien todo. Incorporar a la carne el huevo restante batido

Engrasar una fuente y espolvorear pan rallado. Precalentar el horno a 180º arriba y abajo. Cubrir la fuente con lonchas de berenjena, encima la carne, besamel y otra capa de berenjenas y así hasta que se termine finalizando siempre con berenjenas. Rociar con la salsa y meter en el centro del horno dejándolo cocer durante 45 minutos.
(También se puede hacer con calabacines o con patatas).