ANGEL SANZ BRIZ
“Las cosas se hacen con el corazón y no se cuentan”
(Contestación de Angel Sanz Briz a su amiga Paloma Gomez Borrero cuando ésta se enteró de los hechos y le inquirió por las razones de no haberlo dado a conocer).
https://www.youtube.com/watch?v=sMsVwSrfyeg
Afortunadamente las referencias y publicaciones sobre Angel Sanz Briz cada vez son más numerosas; cuando TVE estrene la película que han realizado sobre este español ejemplar, que será parece ser, próximamente, el conocimiento sobre la existencia de este auténtico héroe llegará a una gran masa y se empezará a remediar, pese a lo que el parecía desear, lo que es una injusticia: el olvido en el que quedó sumido durante demasiado tiempo.
Angel Sanz Briz nació en Zaragoza el 28 de septiembre de 1910, en el seno de una familia formada por comerciantes y militares. Tras estudiar Derecho, ingresó en la Escuela Diplomática en 1933 y finalizó sus estudios antes del inicio de la Guerra Civil, en la que enroló en el bando nacional como conductor de camiones del Cuerpo del Ejército Marroquí. Una vez finalizada la contienda, obtuvo su primer destino como Encargado de Negocios en El Cairo (Egipto). En 1942 recibió su segundo destino poco después de casarse con Adela Quijano, también como Encargado de Negocios, en la Embajada española en Budapest (Hungría).
Hungría era un estado aliado del Eje pero no había puesto en práctica medidas para el exterminio de los judíos; sin embargo, esto cambió de inmediato cuando Alemania la invadió en marzo de 1944. De hecho, el mismo Adolf Eichmann se trasladó a Budapest para supervisarlo. Es necesario señalar que Hungría era el país europeo con una mayor proporción de judíos entre sus ciudadanos, un 10%; su número rondaba los 850.000.
Tres cuartas partes de esta población fue asesinada de diferentes formas, la mayoría en los campos de exterminio de Auschwitz y Birkenau.
En mayo de 1944 el Ministro de España en Budapest, Miguel Angel Muguiro, informó al gobierno español de la situación tan tremenda por la que estaban pasando los judíos y en junio tuvo que abandonar el país acusado de haber impedido, con su informe, el reconocimiento por parte de España del gobierno de Sztojay, aunque no sin antes haber tramitado los visados que salvaron a 500 niños.
https://www.youtube.com/watch?v=AzubysQ8Dq4
Película completa "El Angel de Budapest".
Así quedó solo Angel Sanz Briz al frente de la embajada, y no pudiendo soportar, no pudiendo mirar hacia otro lado respecto al trato y destino al que eran sometidos los judíos tanto por los nazis como por los Cruces Flechadas húngaros, puso todo su empeño, influencias, capital e incluso vida en juego para ayudarlos.
Valiéndose de la Ley de Derecho a la Ciudadanía Española promulgada por Miguel Primo de Rivera en 1924, por la cual a los sefardíes y sus descendientes se les reconocía la nacionalidad española, y a la que ya antes había recurrido Muguiro, Sanz Briz consiguió obtener el permiso de las autoridades húngaras para proteger a 200 sefardíes. Esos 200 permisos, y sin pasar nuca del número 200, mediante una simple estratagema, se acabaron convirtiendo en 5200. El método era bien sencillo; una vez llegado al número 200, se comenzaba pero añadiendo una letra. Además, los pasaportes pasaron de ser individuales a familiares y se emitieron cartas de protección.
Pero no quedó ahí, en vista de los acontecimientos, Angel Sanz Briz alquiló siete pisos en los que refugió a los judíos que se encontraban bajo su amparo. Todos los gastos de alquiler, medicinas, comida, etc…lo pagó con su propio dinero. Para mantener alejados lo más posible a nazis y flechados, se le ocurrió la idea de poner placas en donde se declaraba que el piso era anejo a la embajada española, junto con la bandera.
En diciembre de 1944 y ante la inminente entrada de las tropas rusas, se le ordena a Sanz Briz abandonar Budapest y trasladarse a Suiza. El 14 de diciembre Sanz Briz manda un detallado informe al Ministerio en el que se da cuenta de los documentos expedidos en lo que se refiere a la protección a los judíos; su labor hasta el momento salvó a 2295 personas de una muerte segura.
Giorgio Perlasca, a quien Sanz Briz ayudó otorgándole pasaporte español, se quedó y haciéndose pasar por el nuevo cónsul mediante una carta falsificada, continuó la labor de Angel Sanz Briz, llegando al número de 5200 protegidos utilizando el sello del anterior y fechándolos falsamente.
Posteriormente, Sanz Briz fue enviado a San Francisco, Washington, Lima, Berna, Bayona, Guatemala, La Haya, Bruselas y Pekín (1973, siendo el primer embajador español en este país) y en 1976 a Roma como embajador ante la santa Sede y la Orden de Malta, donde fallece el 11 de junio de 1980.
En 1991 el Yad Vashem le nombra Justo entre las Naciones, y en 1994 el gobierno húngaro le concede a título póstumo la Cruz de la Orden del Mérito de la República Húngara.
Durante demasiado tiempo ha sido olvidado, además a esto se tiene que sumar que todo el mérito se lo llevó Perlasca, pero cuidado ya que Perlasca actuó así protegiendo a Sanz Briz.
Pero este es otro capítulo que trataré en otro artículo, ya que es complicado debido a las implicaciones políticas y a ciertas actitudes ambiguas; de lo que no cabe duda es del papel jugado por la Iglesia, en la figura del Nuncio en Budapest, Monseñor Angelo Rotta, que fue el que coordinó, animo y ayudó a crear un cinturón de salvamento (escondiendo el mismo en la Nunciatura a todos los judíos que pudo), formado por los diplomáticos de los países neutrales en Budapest (el apoyo o no que los gobiernos de los distintos países neutrales dieran a sus diplomáticos, es otra cuestión y en el caso de Sanz Briz, muy ambigua y discutible).
Un links muy recomendable es el siguiente:
http://holocaustoenespanol.blogspot.com/2009/10/angel-sanz-briz-el-schindler-espanol-el.html
LANGOSTINOS ABRIGADOS.
Ingredientes: 12 langostinos, 12 lonchas de bacon ahumado, 100 gr. queso azul, 100 gr. queso brie, 250 ml de nata líquida, coñac.
Pelamos los langostinos y los enrollamos con el bacon (dependiendo del tamaño de los langostinos usaremos una loncha o media de bacon), los freimos en abundante aceite para que se frian rapido y no se queden secos y reservamos.
En un cazo ponemos un poco de aceite de freir los langostinos (muy poco) y rehogamos las cabezas de los anteriores. Se añade un chorrito de coñac y se deja reducir o se quema (eso según cada uno). Se retiran las cabezas y se echa entonces la nata líquida y los quesos, se deja que se derritan y mezclen, y cuando ya esté se sirven los langostinos con la salsa de queso.
Nota.- También se pueden sustituir los quesos azul y brie por cheddar, pero en mi opinión queda mejor con los primeros.
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