domingo, marzo 18, 2007

EL MINOTAURO



https://www.youtube.com/watch?v=cSaGjZKmEag&list=PLfvWcjZUf2NQxYEu_krvrO9kFd1ztMdrO




Música de la Grecia Antigua y Letra.


El Minotauro era una terrible criatura con cuerpo de hombre y cabeza de toro que se alimentaba de carne humana; hijo de Pasifae (esposa del rey Minos) y de un toro blanco que Zeus entregó a Minos. Cuando Minos se enteró de la existencia de ésta criatura, encargó a Dédalo la construcción de un laberinto donde fue encerrado el monstruo. Cuando Androgeo, hijo de Minos, murió en los juegos de Atenas, el rey impuso a la ciudad como castigo que cada año debían ser enviados 7 jóvenes y 7 doncellas para ser sacrificados al minotauro, los cuales vagaban durante días perdidos hasta encontrarse con la bestia, sirviéndole entonces como alimento.

Teseo, el hijo del rey ateniense Egeo, se ofreció como “ofrenda”, entró en el laberinto y mató a la bestia, pero lo hizo con la indispensable ayuda de Ariadna, la hija de Minos y de Pasifae. Sujetando cada uno un extremo de un gigantesco hilo y quedándose ella en el exterior, Teseo pudo volver a salir del laberinto tras matar a la bestia.

 




Se cree que puede existir una base para la leyenda, ya que el palacio de Knosos es de un tamaño tan grande y con tantas habitaciones que debió parecer un laberinto y el minotauro una reminiscencia del tradicional y clásico deporte cretense de saltar al toro.
El toro era un animal sagrado que representaba lo masculino, así como el caballo representaba lo femenino.

El toro es símbolo de fuerza creadora, representando a los dioses celestes en las religiones indomediterráneas, pero también siendo encarnación de las fuerzas ctónicas y las divinidades lunares. ¡En fin!, que todas las ambivalencias y todas las ambigüedades existen en el toro; es lunar en cuanto se le asocia a los ritos de fecundidad y es solar, por el fuego de su sangre. Es uránico y ctónico y se le encuentra, de una manera u otra, en numerosas culturas; pero del simbolismo del toro os hablaré en otra ocasión.

La receta que os presento es típica de la gastronomía griega. La recomiendo, aunque quizás lleva un poco de tiempo hacerla.






ZAPATITOS RELLENOS. (Foto casera. Pinchar para ampliar. La foto la hice después de comer, así que como se puede ver, la besamel ya está un poco fría).

Ingredientes (4 personas): 4 berenjenas medianas, aceite de oliva, 1 cebolla grande, 300 grs. carne añojo picada, 2 tomates grandes, sal, pimienta recién molida, perejil, 2 cucharadas de pan rallado, 100 grs. queso parmesano rallado, 50 grs. mantequilla, 2 cucharadas harina, ½ l. de leche, nuez moscada recién rallada, 2 cucharadas zumo de limón, 1 huevo, 1 cucharada de salsa de tomate concentrado, grasa para el molde, hierbabuena.

Lavar las berenjenas, secarlas y cortar los pedúnculos. Calentar el aceite y sofreír las berenjenas de modo uniforme en todo su contorno. Enfriarlas ligeramente, cortarlas a lo largo en dos mitades y sacar la pulpa con una cuchara, dejando un poco en los bordes. Picar la pulpa y reservar. Pelar y picar la cebolla y freírla con la carne en el mismo aceite de las berenjenas; añadir la pulpa así como los tomates pelados y picados. Remover todo bien en la sartén y dejar que se haga durante 5 minutos. Salpimentar y añadir el perejil picadito y la hierbabuena. Finalmente añadir el pan rallado y la mitad del queso.

Engrasar una fuente, colocar dentro las berenjenas vacías y rellenar con la mezcla.

Hacer una bechamel con la mantequilla, harina y leche y al retirarla sazonar con sal, pimienta, nuez moscada y zumo de limón. Batir el huevo junto con el resto del queso y añadir a la salsa. Precalentar el horno a 225º. Rociar las berenjenas con abundante bechamel. Desleír el tomate concentrado con 1 taza de agua y verterlo en la fuente. Meter en el centro del horno y hacer durante 30-40 minutos gratinando al final.
(También se puede hacer con calabacines).