martes, octubre 04, 2011

ENRIQUETA MARTÍ, "LA VAMPIRA DE BARCELONA"






Resulta muy curioso poder ver cómo se va conociendo la existencia de cierto personaje del pasado, del que hasta no hace mucho creo que éramos poquísimos los que teníamos noticia de su vida y terrible obra. Quizás sea debido a la influencia del cine norteamericano, pero por lo visto, en el próximo año 2012 se estrenará una película sobre este infame personaje. Por otra parte, y lo he podido comprobar en la red, este tema se va extendiendo entre los blogs e incluso ya se han dedicado mesas redondas para tratar sobre semejante ser.

Me lo he pensado mucho antes de traerlo al mío, así que ya aviso que puede herir la sensibilidad del lector. Finalmente he decidido tratar sobre el tema porque, sin darme cuenta, sin caer en ello, encargué dos libros sobre dos personas que viene a ser perfectos ejemplos del Bien y del Mal: Angel Sanz Briz, del primero, y Enriqueta Martí, del segundo.




Y como está visto que es una constante en mi interés (ver las etiquetas In Memoria y Sucesos) y debido a esta ¿casualidad? pues quizás sea necesario presentar ambos casos, uno después de otro (un post detrás de otro), para ver que aunque a veces parezca vencer el Mal y que sus actos son siempre terribles, también existe el Bien que, de forma silenciosa, nos devuelve la esperanza y confianza. Por supuesto, y aunque pueda parecer maniquea, detrás de estos casos están Dios y el Diablo, y en medio, el ser humano que es libre para elegir entre uno y otro y, por supuesto, es el único responsable de su propia elección y de las consecuencias de aquello que ha escogido.




ENRIQUETA MARTÍ RIPOLLÉS (San Felíu de Llobregat, 1868 - Barcelona, 1913) fue una secuestradora, proxeneta y asesina en serie de niños, además de prostituta y “curandera”.  Ha pasado a la historia negra con diferentes motes como “la vampira de Barcelona”, “la vampira del Carrer de Ponent”, “La mala mujer”.

Antes de continuar se debe señalar que NO estaba loca ni sufría de ninguna enfermedad mental. Lo que hizo, lo hizo por dinero. Sé que decir esto es terrible, ya que ante los ojos lo que queda es el puro horror, puesto que no valen excusas, por eso he avisado y lo vuelvo a hacer, que puede herir la sensibilidad, así que aún se está a tiempo de dejar la lectura, ya que se trata de quizás el personaje más feroz de la historia negra de España.


Trailer de la película que se estrenará en el 2012.


Su modo de operar era el siguiente: de día se vestía como una mendiga y aprovechaba el descuido de una madre respecto a su pequeño, o que el niño estuviera un poco despistado, para raptarlo. Lo llevaba a su casa y, normalmente, lo prostituía entre los pederastas de la alta burguesía barcelonesa. De hecho, en 1909 fue detenida en el piso de la calle Minerva acusada de regentar un prostíbulo en el que se ofrecían servicios sexuales de niños de entre 3 y 14 años. También ahí fue detenido un joven de una familia de alta posición social. Fue precisamente por sus contactos entre gente de este tipo, por lo que nunca fue procesada y el caso cayó en el olvido. De hecho, la individua por la noche se vestía con gran lujo y se la solía ver por los lugares que frecuentaban dichos personajes: el Teatro del Liceo, el Casino de la Arrabassada y otros lugares semejantes, en donde contactaba con los clientes tanto en su calidad de proxeneta de niños como, posiblemente, de ”curandera”.



El “curanderismo” de Enriqueta Martí, que en mezclaba con la brujería, consistía en lo siguiente: una vez utilizados los niños en su “empresa” de servicios sexuales, llegaba un momento en que por una razón u otra, los asesinaba. Pero el tema de cómo deshacerse de los cadáveres no era problema para ella, ya que los utilizaba para preparar diferentes pócimas, ungüentos, pomadas, cataplasma y otras preparaciones para “remediar” enfermedades como la sífilis, la tuberculosis –sobre todo- y otros males que no tenían solución médica. También se habla de que alguna era vendida como crema de rostro a las señoras para evitar el envejecimiento. Y los clientes, eran precisamente gente de esa alta clase social, los cuales pagaban considerables sumas por los “remedios” de Enriqueta Martí. Llegó a utilizar para ello incluso a criaturas de pecho.

Hoy en día nos parece una completa locura que alguien pudiera creer que tales “remedios” pudieran curar algo, sin embargo era una creencia bastante común el presuponer que por ejemplo la sangre y vísceras humanas podían curar la tuberculosis. Así por ejemplo, tenemos el crimen de Gador.




Después de leer el link de arriba, no resultará ya tan extraño enterarnos de lo que dijo Enriqueta cuando fue detenida, que la sangre era la fuente de la vida.

La “materia prima” de esos “remedios” eran los huesos –los cuales molía-, el tuétano, sangre, cabellos y grasa; lo aprovechaba casi todo. Los escasos restos que se encontraron pertenecían a doce niños, pero probablemente fueron muchos más ya que desde hacía años se sospechaba que alguien se llevaba a bebés y a niños, por la gran cantidad de criaturas que desaparecían y de las que nada se volvía a saber.

Fue detenida a consecuencia del secuestro de Teresa Guitard Congost, una criatura de cinco años, que alertó a toda la zona. Así, pasados unos 15 días desde su desaparición, una vecina de Enriqueta, Claudia Elías, vio una carita desconocida en una de las ventanas del piso de la anterior, sospechó que podía ser la niña desaparecida, se lo comunicó a un colchonero amigo y vecino y éste al agente municipal José Asens que a su vez se lo dijo a su jefe, el brigada Ribot el cual junto con otros dos agentes, con la excusa sobre una denuncia consiguió que Enriqueta les llevara hasta su piso, y allí encontraron a dos niñas. Una era la desaparecida Teresita y la otra, una niña que se llamaba Angelita, la cual, se supo después era la sobrina de Enriqueta quién había conseguido raptarla nada más nacer diciéndola a la madre que la hija había nacido muerta y que ya estaba enterrada. Esta niña fue la que presenció el asesinato de otro niño de unos cinco años, Pepito, que hasta hacía bien poco había estado con ella hasta antes de la llegada de Teresita.

Pero no solo encontraron a las niñas; el inventario era estremecedor: ropita de niños manchada de sangre, huesos, todo lo que he mencionado antes, recetarios de pociones y demás porquerías, un paquete de cartas y notas cifradas, y una lista con nombres de familias y personalidades muy importantes en Barcelona.
También se registraron los pisos donde anteriormente había vivido Enriqueta y se encontraron restos de niños.



Una pregunta que surge es sobre la razón por la que las autoridades echaron tierra sobre la lista de supuestos clientes, en la que figuraban importantes personajes y familias de la alta sociedad barcelonesa. Desde luego, la primera razón que se le ocurre a cualquiera es la del poder del dinero e influencias para poder presionar sobre la justicia y policía y conseguir o bien hacer desaparecer la información y/o pruebas, o desviar la atención o mentir. De hecho, las autoridades hicieron que el ABC publicara un artículo explicando que esa lista eran nombres de personas a las que Enriqueta pedía limosnas o estafaba. Pero también es necesario tener en cuenta otra posible explicación y es el temor ante un motín popular ya que los sucesos de la Semana Trágica estaban muy presentes en la mente de dichas autoridades.

Enriqueta Martí murió como consecuencia de la aplicación de la justicia carcelaria, a manos de otras presas que la mataron de una brutal paliza (aún hoy en día, aquellas mujeres que ingresan en prisión por haber asesinado a críos y no digamos si son sus propios hijos, tienen que ser aisladas del resto de las presas, ya que van a por ella sin miramientos; es la ley carcelaria). En ello algunos han intentado ver “manos negras” que “compraron” a presas para que mataran a Enriqueta y así evitar que ésta hablara, pero ella en ningún momento dio ningún nombre ni pareció dispuesta a ello. Por otra parte, ciertamente la ley carcelaria, el código carcelario, puede parecer durísimo, pero está claro que los crímenes que atentan contra lo más elemental, contra la ley natural más básica, ahí dentro no tienen perdón y se pagan con la muerte. Por eso separan a pedófilos, violadores, psicópatas y terroristas de los presos comunes.

Para saber más sobre este ser, aquí os dejo el siguiente link:


Bueno, pues la receta de hoy (sí, ya sé que el tema quita el apetito a cualquiera) es típica de la cocina catalana (de hecho, y para asegurarme, la he tomado del recetario de Jaume Fábrega, “El gust d´un poble!”. Ed. Cossetània, pp. 69-70).




ESQUEIXADA.

Ingredientes (para 4 personas): ½ kg. de bacalao del morro desalado y desmenuzado (o en lascas), 3-4 tomates maduros, 1 cebolla, aceitunas negras (mejor de Aragón), 1 tacita de aceite de oliva, pimienta negra (opcional).

Se desala el bacalao, se escurre muy bien y se desmenuza con las manos en sentido longitudinal. Se pone en una fuente y se cubre con la cebolla cortada en tiras finas. Se corta el tomate en trozos pequeños y se coloca encima del bacalao y se echar unas aceitunas negras. Se añade un poco de pimienta y se aliña con aceite. Se deja en la nevera un poco más de una hora y se sirve.

Nota.- Ya a nivel personal, por supuesto que cantidades y variaciones dependerá del gusto de cada uno.


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